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NOTAS

War Star (episodio III)

McCurro evalúa las pruebas que indican que Star Wars es un choreo virulento a Valerian, el clásico del comic franco-belga de ciencia-ficción.
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Lunes 18 de junio

La tensión crece en la claustrofóbica oficina de nuestro felino detective. Dos descendientes de glorias vivientes del comic acaban de proclamar -y justificar- que las obras de sus parientes han sido choreadas –lisa y llanamente- por George Lucas para el desarrollo de Star Wars. Y por si esto fuera poco, hay un tercer cliente esperando para exponer a los cuatro vientos que Lucas ha afanado la obra de su pariente:

-Soy Juan Claudio, el hijo de Jean-Claude Mézières, el famoso dibujante francés que junto a Pierre Christin crearan la saga épica espacial más importante de Europa. Hablo de Valerian y de cómo es claro que este director americano robó de la obra de mi padre para su trilogía.

-Un momento, Juan Claudio- interrumpió el detective.- ¿Sabés dónde está Christin en este momento?

-Sí, claro. Las noticias de la desaparición de mi padrino son un poco exageradas- retomó el joven con acento francés.- Pierre está en una comuna agrícola en el medio de Francia, alejada del capitalismo donde comen lo que cultivan, viven como en la Edad Media y veneran a Marx como si fuera Dios- valga la paradoja. Yo le mando por correo hojas en blanco y cintas para la máquina de escribir a ver si termina el episodio de Valerian, que según papá está muy atrasados y los de Dargaud van a ir a romperle los dedos y vender mis órganos para recuperar el adelanto. Pero es al margen. Es una etapa, ya se le va a pasar. Sin alcohol, drogas químicas, forros y café no creo que aguante mucho.

-Está bien, J.C., no precisamos tantos detalles- lo cortó el gato.- Por favor, contanos por qué creés que Star Wars está inspirada en Valerian.

-No está inspirada. El cabeza de granjero americano pochoclero de Lucas necesitaba una estética maravillosa y sorprendente para que sus películas se alejaran de Star Trek y la berretada de la ciencia-ficción impuesta en los ’50 sin chorear a 2001, Una odisea espacial de Kubrick. Puso sus zarpas en unos libros de bande dessinée imposibles de rastrear en América durante los ´70 y se volvió loco cuando descubrió la historieta de ciencia-ficción más alucinante y progre de todos los tiempos. No entendió una mierda, no digo que choreara las historias –aunque supiera leer en francés, su mente capitalista no hubiera podido decodificar la sutileza del guión de Christin,- Lucas robó imágenes, la onda espacial futurística sofisticada del trazo de mi padre.

Ante las expresiones de disconformidad y puteadas varias de los otros dos clientes, McCurro volvió a caminar por el espacio entre sus sillas y calmó a los concurrentes.- Bueno, bueno. Para ponernos un poco en contexto, vamos a situar al primer episodio de Valerian, agente temporal en las páginas de la afamada revista franco-belga Pilote, la misma que vio nacer a Astérix, Lucky Luke, el Teniente Blueberry, Lone Sloane y tantos otros personajes de renombre mundial. Valerian: agente espacio-temporal debutó en la revista Pilote nº420, el 9 de noviembre de 1967, es decir, que para 1977 cuando Lucas lanza Star Wars, ya existían siete aventuras completas de Valerian y Laureline.

-Veamos a los dos protagonistas- arrancó J.C.,- un eximio piloto, canchero y que se las sabe todas con una mujer hermosa, de carácter fuerte, belicosa que no se calla nada. ¿Han Solo y Leia? No, claro, Valerian y Laureline. Por supuesto la compañera espacial escrita por Christin es Rosa de Luxemburgo al lado de la senadora Organa, pero la relación sentimental, esa especie de romance implícito, de me enojo porque te quiero, de no pasa nada pero te amo, está claramente en las dos parejas.

-Eso me parece un detalle menor, Juan Claudio- metió el nieto de Alex Raymond, y de nuevo se pararon a gritarse los tres. El gato sacó un revólver marca ACME y lo golpeó contra el escritorio.

-A ver si nos callamos, y dejan exponer al joven, que ya me estoy cansando.- Los clientes lo miraron entre sorprendidos y asustados, pero la táctica sirvió y el hijo del dibujante francés retomó su explicación.

-Bueno, ¿quieren algo alevoso? Han Solo en carbonita. Miren esto- y sacó un libro de Valerian de su attaché.- Es El Imperio de los Mil Planetas, publicada originalmente en 1971. El piloto espacial queda atrapado en animación suspendida dentro de un material indestructible y su chica, audazmente se hace pasar por quien no es para liberarlo. ¡Vamos! Es el principio de El Regreso del Jedi. Mi viejo y mi padrino plasmaron estas ideas y Lucas se las robó. De hecho, otra prueba de que el americano leyó ese libro es que en lugar de Boba Fett, Valerian es capturado por Los Entendidos, una secta cuyos miembros usan unos cascos muy similares a los de Darth Vader. Miren, acá- y el joven les abrió el libro en una página que tenía marcada con un papelito- uno de ellos se saca el casco y, sorpresa: se están cubriendo las deformaciones horribles que tienen en lugar de cara, como Darth Vader.

 -Bueno, sí, las similitudes son apabullantes- metió McCurro.

-Lucas leyó este libro de Valerian, no hay dudas. Ralph McQuarrie, el principal diseñador de conceptos visuales de Star Wars leyó Valerian. Los extraterrestres de la cantina de Mos Eisley de la primera, son calcados de escenas de la obra de mi padre, principalmente de El Embajador de las Sombras, de 1975. La escena del pozo de Carkoon en El Retorno del Jedi, es demasiado parecida a la pelea aérea en las dunas de El País sin Estrella, con monstruo en la arena incluido. El Halcón Milenario no está basado en una hamburguesa como dijo Lucas, está copiado del XB892, la nave no aerodinámica que inventó mi padre para Valerian. Las dos pueden viajar más allá de la luz y las dos suelen tener problemas mecánicos en los momentos menos oportunos.

-¿Y qué dijo él al respecto?- preguntó Lisa Kirby, aparentemente sorprendida en serio.

-Cuando se estrenó Star Wars en París, mi viejo fue en banda con sus amigos dibujantes al cine, entre ellos Moebius. Salió a las puteadas pero declaró simplemente que se sentía encantado, desconcertado y furioso por los plagios que vio en la pantalla y claramente le escribió a Lucas primero preguntándole, después apurándolo y ya por último puteándolo. No logró ninguna respuesta. Los abogados le dicen que Valerian no se distribuye en América y por ende, todo es pura coincidencia, no hay posibilidad de que Lucas haya visto las creaciones de Christin y Mézières. De ahí en más, se hacen tanta mala sangre, putean tanto que empiezan a cambiar la onda de las historias y las aventuras se vuelven más enroscadas, más oscuras, más deprimentes, ponele. Pierre ataca a los grandes medios de comunicación, a la cultura yanki, no sabían cómo expresar esa bronca. Se ve claro en el libro Brooklyn Station término Cosmos- el joven suspiró, se notaba claramente que a él también lo desgastaba y frustraba esta situación, pero retomó el hilo de su narración-. El año pasado, cuando se estrenó El Regreso del Jedi, mi viejo, harto de que lo forreen, le dedicó esta ilustración a Lucas, vean- y sacó una imagen de su valijita para mostrarle a los otros clientes.- Salió publicada en la Pilote 113. Leia dice “Qué curioso  encontrarlos aquí”, a lo cual Laureline le responde “No te creas, nosotros somos habitués de este boliche desde hace mucho tiempo”.

-Y desde ya, está el tema de Leia esclava…- tira al ruedo el gato.

-Sí, claro- retoma Juan Claudio.- Ya en 1972, en la aventura El País sin Estrella, Laureline tiene que disfrazarse y se viste con atuendos típicos: una bikini dorada, brazaletes y esa especie de taparrabos como metalizado que Carrie Fisher popularizó en la última película. Tenemos también robos de planetas enteros. En El imperio de los Mil Planetas, el personaje de mi padre y mi padrino van a un mundo desértico, uno helado, a uno selvático e incluso recorren mercados de productos ilícitos. Tatooine, Hoth, Yavin.

Y hay una ciudad en las nubes, en ese mismo libro si no me equivoco. Y la escena de la entrada a la fortaleza de Habba en medio del desierto con los dos soles y la puerta gigante, está calcada…

– Bien, J.C.- retomó el paseo por el espacio vacío de su oficinita el detective,- tu postura es clara. Lucas y su equipo basaron mucho de Star Wars en la obra de tu padre. Las pruebas están. Y no quiero que ustedes dos salten a gritarme que también tiene pruebas del achaco a sus parientes- pero nadie dijo ni mu.- Ante nada, Juan, te aconsejaría que salgas a buscar inversores, conseguite un buen director francés y hacé de Valerian la nueva gran saga galáctica, que le rompa bien el culo a Star Wars. Una buena adaptación de la obra de Pierre Christin y Jean-Claude Mézières debería poder destronar a una obra llena de plagios hecha por un americano, verdad. Y ahora, la solución a estos tres casos…

 

¡EN EL PROXIMO EPISODIO!