Yo no sé que opinión tienen ustedes de la etapa de Dan Slott en Fantastic Four, lo que se conoce como el sexto volumen de la serie, que comenzó en Octubre del 2018 y finalizó el Diciembre pasado, pero en mi opinión, con sus altas y sus bajas, es un recorrido más que interesante del cuarteto más famoso del comic superheroico. Creo que tiene muy poco desarrollo o evolución de las interrelaciones personales, o en el mejor de los casos, las mismas están por debajo de las expectativas del fandom. Pero fuera de eso me parece que si algo nunca faltó en esos 48 números, fue la clásica aventura extraordinaria interdimensional cósmico-temporal que caracteriza al título, con el foco puesto en problemáticas modernas de la tecnología, las redes y la comunicación, y los vínculos que unen a estos intereses, y por supuesto la ecología y el medio ambiente, y el lugar que ocupa el desarrollo que se realiza dentro del edificio Baxter hacia afuera, lo que el cerebro de Reed Richards desarrolla para la sociedad y cómo eso interpela a los Fantastic Four como familia y como empresa.
A comienzos de este año sale a la venta el primer número del nuevo volumen, el cual tengo el placer de reseñar el día de hoy, y para forzar un cambio de rumbo y una lavada de cara al cuarteto newyorkino, la editorial convoca a Ryan North, un guionista y compositor oriundo de Toronto que tiene en su haber infinidad de libros infantiles, una adaptación al comic de Adventure Time ganadora de un Eisner y un Harvey, y la primera adaptación al comic de la novela escrita por Kurt Vonnegut, Matadero Cinco, la cual tiene su versión local gentileza de Hotel de las Ideas. No conforme con esto, también ganó un Eisner con Jughead, un gran comic co-creado con Chip Zdarsky, un viejo conocido de esta sección, y por si eso fuera poco ganó otro Eisner más con The Unbeatable Squirrel Girl en el 2017, la etapa ilustrada por Erica Henderson. La repisa de los premios de Ryan comienza a tener problemas de espacio.
En el apartado gráfico, los dibujos corren por cuenta del barcelonés Iban Coello Soria, un interesante artista con una narrativa muy clara y unos diseños de personajes que parecen una amalgama entre los dibujos de Art Thibert y los de J. Scott Campbell. Si, muy noventosa mi referencia, pero tanto la puesta en página como los rostros, las expresiones de los personajes y algunos detalles tecnológicos y algunos monstruos me hicieron acordar a estos dos dibujantes. Coello tiene un historial bastante suculento en Marvel: pasó por títulos top como Deadpool, X-Men, Venom e incluso Spider-Man, así que creo que a nadie asombra que haya sido convocado para este reinicio. Se mantuvo firme los primeros cuatro números, luego largó la pala por los siguientes dos y regresó para el séptimo, el cual coincido con el «Legacy nº700«, así que es un número aniversario de festejo.
La idea del guionista al abordar a este mítico equipo superheroico es subvertir las expectativas sobre el mismo y transgredir una de las características que identifican al grupo: New York odia a los Fantastic Four y tiene buenos motivos para hacerlo. El edificio Baxter como lo conocemos ya no existe, y en su lugar hay un gigantesco cráter que da cuenta de que lo que ocurrió ahí fue muy grave. No quiero adentrarme demasiado en el terreno de los spoilers, pero basta saber que la tragedia que rodea a la desaparición de toda la cuadra donde estuvo ubicado alguna vez el gigantesco edificio Baxter (base del conglomerado multimedia de los Fantastic Four) está directamente relacionada con una invasión de la Zona Negativa, y forma parte de un plan orquestado por Richards en tiempo real para salvaguardar la salud de decenas de personas mientras el equipo estaba en pleno combate.
Las consecuencias de esa desaparición, cuando North comienza a revelar los detalles del plan (algo que sucede recién en el cuarto número) no son del todo drásticas, pero sí plantean una serie de problemáticas con los desaparecidos que dan pie para que en la ciudad se comience a gestar una ola de odio y rechazo hacia la familia superheroica. Y no solo eso: entre los desaparecidos están los hijos de Alicia y Ben, Jo y Nicki, así que la bronca no es propiedad exclusiva del newyorkino promedio, el evento termina por separar las aguas (una vez más) entre nuestros héroes.
El título comienza muy tranquilo, muy abajo, con apenas unas pinceladas de la tragedia y luego el relato de una aventura que viven juntos Ben y su compañera de vida, Alicia Masters, en una población muy pequeña que parece detenida en el tiempo. Y luego, en el segundo número, la aventura está protagonizada por Reed y Sue. Y sí, como podrán adivinar, el siguiente número tiene como protagonista a Johnny, el cual nos muestra su nuevo look y nos invita a conocer toda una nueva personalidad que creó para poder seguir viviendo en la ciudad que ama sin sentirse rechazado o vapuleado cada minuto. La peor pesadilla del blondo Human Torch no es la muerte, es la cancelación, claramente. North se da el gusto de poder marcar algunas pautas que dan cuenta del entendimiento de los personajes y la dinámica de ellos juntos y separados, y también deja entrever el potencial que siempre tuvieron como familia, y que esa condición sine qua non del título no solo jamás le jugó en contra: es una fortaleza sobre la cual se pueden construir un montón sin miedo al pronto resquebrajamiento.
Los Fantastic Four son la familia superheroica original, y eso podrá no ser algo fresco y vigorizante en el 2023, sobre todo si tenemos en cuenta la configuración conservadora y tradicional de la familia. Pero sigue siendo un valor agregado que le ofrece toda una hoja de ruta clara sobre la cual avanzar a cualquiera que se siente detrás del monitor a escribir nuevas aventuras para la franquicia. Y como bien lo demuestra este nuevo volumen, no es necesario tener leídos 695 números previos del comic para poder entender, disfrutar y sobre todo conectar con este maravilloso grupo y su entorno.
En apenas un par de años, probablemente volveremos a tener una nueva introducción de los Fantastic Four en el cine, y quizás, quién sabe, esta vez termine por ser una gran película que logre capturar la esencia de esta hermosa ecuación que balancea heroísmo con familia. Hasta que eso suceda, mientras tanto, podemos poner varias fichas en el comic actual que los tiene como protagonistas, sin duda alguna.