Flash

Durante la última etapa previa al New 52, DC fue borrando sistemáticamente del mapa a Wally West, para reemplazarlo por Barry Allen. No era de extrañar que,  tras el reboot, The Flash sea nuevamente Barry.

La movida desde el vamos rompió mucho las pelotas. Más molesto fue que Wally directamente no existiera, desapareciera de la continuidad y/o nadie lo nombrara nunca. Mandatos editoriales… seguro que debe haber algún otro lector que también se haya enojado por la falta de Donna Troy. Sí, una cagada. En mi caso particular, yo nací y crecí con Wally West. Toda mi vida Flash fue Wally.

Pero las movidas editoriales no tienen nada que ver con la calidad de un título. Sea quien sea Flash, Francis Manapul (artista y co-escritor) y Brian Buccellato (co-escritor) hicieron de esta serie uno de los mejores títulos del New 52.

¿Tan así? Sí. El comic comienza dando por sentado cuestiones sobre Flash que sabemos… o que deberíamos saber: Forma parte del cuerpo de policía, tiene buen humor, es un tipo muy rápido gracias a sus poderes… ¿Era necesaria otra presentación más a fondo? Probablemente no.

Mis impresiones después del número 1 fueron muy buenas. Cuando empecé a comprar los primeros números de varias series del New 52, agarré Batwoman de J.H.Williams III (que esperaba con ganas después de lo que hizo con Greg Rucka) y me imaginé que ningún otro artista iba a poder hacer páginas zarpadas en calidad y diseño. Manapul me cerró el culo. Unos diseños del re-carajo, con imágenes que forman viñetas y cuentan de forma magistral una acción o sucesión de hechos. Unos personajes retratados de forma fantástica, creíble y agradable.  Se me presentó un título fresco, original, simpático y con un arte muy bueno.  Estaba presenciando un título con un potencial enorme.

A lo largo de la serie, vemos cómo se le va dando importancia a los principales elementos clásicos de Flash y sus personajes: La Speedforce, Iris West, los Rogues, Gorilla Grodd… y bueno, un personaje nuevo que maneja una buena dinámica con nuestro protagonista: el Dr. Elias.

Número a número podés contar con que vas a encontrar alguna página con un diseño del carajo. Las portadas suelen ser creativas, y el arte interior muchas veces logra cosas más impresionantes.

Si hay algo que aplaudir a nivel argumental es que, a diferencia de Batman o Green Lantern (donde el reboot fue una gran mentira), acá realmente se escribió una serie desde el número 1 y los autores se preocuparon de dotar a los personajes de una personalidad marcada, sin dejar de lado la sencillez de lectura para atrapar o mantener expectante al público nuevo. Sabemos que Flash es un héroe. Sabemos que los Rogues son villanos (chorros) pero tienen códigos. Y si no lo sabías de antes, en tres viñetas te queda claro, y no te parece como algo que necesitaras ver a lo largo de números y números.

Hay varios cambios importantes en los orígenes o accionar de personajes. Gorilla Grodd es el caso más notorio en un principio, quizás. ¿Me molestó? En lo absoluto. Me pareció magistral la idea del personaje y cómo se desencadenan los hechos que acontecen en su arco argumental.  ¿Y los Rogues? Son personajes que siempre me interesaron mucho, y le agradezco a Geoff Johns por haberse acordado de ellos. Acá sufren un cambio radical que no hace más que dotarlos de una chapa extra y de renovarlos un poco. Cambios necesarios, diré.

¿Y Flash? Corre muy rápido, sí. Y nos presentan cosas que vimos algunas veces, como su vibración a tal velocidad que puede volverse “intangible”… o cosas nuevas como “pensar más rápido” a punto de, incluso, ver el futuro o cómo se van a ir desencadenando los sucesos futuros (con varias opciones posibles).

La Speedforce tiene un papel fundamental en el comic, y es un misterio incluso para nuestro héroe. Se le dedica mucho tiempo, esfuerzo y laburo. Incluso se la relaciona de forma más personal con varios personajes.

Llega el número 0 de la serie: El origen del personaje. Bah, “origen”… un comic que se ubica ANTES de todo. Y es magnífico cómo cuadra todo desde el número 1 hasta la actualidad de la publicación, donde estamos presenciando el final del laburo del equipo creativo de Manapul y Buccellato, que serán reemplazados por Christos Gage. No sé cómo seguirá el título, pero puedo asegurarles que pueden leer tranquilamente 24 números de pura calidad y entretenimiento garantizado. Comentar de qué va la trama me resulta algo innecesario. Es un comic con aventuras divertidas, dinámico y que no embola. Creo que es suficiente con eso.

Pienso que el fan de Flash, si puede superar su posible fanatismo personal y aceptar que no va a leer aventuras de Wally, va a disfrutar muchísimo el título, como lo disfruté yo. Conozco gente que nunca leyó nada del personaje y arrancó en esta etapa, y se siente más que satisfecha. Yo soy un lector que encontró su placer máximo con el personaje en la era de Mark Waid. Y sin embargo, leer al Flash del New 52 me refrescó por completo la idea y el concepto del personaje y sus aventuras. Completamente recomendado.