¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

NOTAS

Wonder Woman

Estamos ante un título novedoso, algo distinto, algo interesante que merece ser leído incluso si nunca te sentiste muy interesado en el personaje.
|
Jueves 26 de septiembre, 2013

Antes que nada, declaro mi poco amor por el personaje. Wonder Woman nunca me agradó, siempre me resultó un personaje insulso, sin un sólo villano importante (Cheetah? hmmm), y completamente aburrido. En la Liga no me molesta, está perfecto. Se me ocurren dos o tres obras para rescatar de Wonder Woman, según mis intereses: Lo de William Moulton Marston, la etapa de George Pérez… y el laburito de Rucka en The Hiketeia. Y sigue sin parecerme interesante como personaje. Todo lo demás, un embole. Perdón si ofendo sensibilidades. Cosas que nunca me interesaron pese a que, como obsesivo que soy, leí.

Y acá se viene The New 52.

“Brian Azzarello guionizará Wonder Woman, con arte de Cliff Chiang.”

¿Azzarello? No puede ser. El tipo como mucho duraba un año en las series de superhéroes, hizo dos o tres sagas cortitas y nunca más. Parece que no se lleva con el género ¿Cómo corno hace DC para mantener interesado a un tipo como Azzarello en Wonder Woman? El guionista en cuestión se destaca por comics más “terrenales”… 100 Bullets, Batman Broken City (con el maestro Risso)…

Y así, por la curiosidad ante todo, leí el número 1 de Wonder Woman.
¿Cómo mantener a un tipo como Azzarello? Me repetí. La respuesta fue clara: Fácil, dándole libertad.
Azzarello no me viene con una Wonder Woman Supermanizada. Me muestra una trama completamente distinta, que ilustra la mitología del personaje desde cero e implica a los dioses del Panteón Griego en nuestro mundo. Dioses que caminan entre nosotros y desatan sus guerras

El dibujo de Chiang es genial. El ambiente serio, oscuro y mundano que crea se complementa perfecto tanto con los diálogos como con la trama.

Sinceramente, el número 1 si bien no me pareció un espectáculo, me resultó interesante, me dejó con ganas de leer el segundo. Y mes a mes fue así y el interés fue creciendo. La Wonder Woman de Azzarello dista mucho del personaje plano que nos plantea Johns en su Liga. Dista de ser una defensora cliché americana. Es un personaje con poderes, un personaje con nobleza que se ve envuelto en problemas y los soluciona de la mejor manera posible.

Acá tenemos una obra básicamente de autor. De esos títulos raros de ver hoy en día, donde no tenemos que lidiar con 20 mil crossovers o fumarnos cosas de otras series que afectan la trama. Una obra donde al guionista le importa un carajo que Diana y Kal-El estén en un amorío en la Justice League, y promete que no va a usar al Kryptoniano en su serie porque NO es importante en lo que está contando. Un guionista que está recreando la mitología de Wonder Woman de forma fantástica, ligándola de una forma más importante a sus raíces con el Olimpo… Desde el vamos, nada de magia: Wonder Woman ahora es una semi-diosa, hija de Hippolyta y Zeus. Si no te gusta, ajo y agua.

La trama empieza sencilla: Una mortal (llamada Zola) es abordada por Hermes quien trata de salvarla porque, según él, va a ser asesinada… Y Wonder Woman termina en medio del conflicto. ¿Quién quiere matarla? Hera. ¿Por qué? Porque Zola, pese a no saberlo en un principio, está embarazada de Zeus. Hera es un poquito celosa, está harta de ser cornuda. Y además, Zeus desapareció. Hay profecías sobre su futuro hijo que no sirven a los mejores intereses de otros dioses, y kilombos por ascender al poder, siempre a la orden del día. Detallar más no vale la pena, hay que leerlo.

Lo más atractivo, aunque ínfimo, es lo terrenal del comic. La amalgama entre lo fantástico y lo cotidiano. Dioses caminando en nuestro mundo, conflictos que son de otro mundo pero que ocurren en las calles de Londres o Italia. Una Diana que al principio es callada pero que reflexiona cuando habla con su protegida Zola, y lidia con sus problemas distrayéndose en un boliche con música a todo volumen. Azzarello logra humanizar a un personaje que pecaba de arquetipo heroico femenino, y le da un contraste más oscuro a la mitología del personaje, sean las relaciones familiares de los dioses, o las costumbres y pactos que tienen las Amazonas, cuyos secretos son revelados de a poco y van generando rupturas en Diana, e impulsos que terminan en un accionar erróneo. Un personaje que no es perfecto pero intenta hacer el bien, en resumen.
La dinámica es otro tema interesante. Hermes, Lennox y Zola, en los primeros números, hacen su aporte para mostrarnos a una Wonder Woman humanizada y compleja. Ni hablar del número 0 de la colección, donde vemos los primeros años de Diana como guerrera, y su entrenamiento en Themyscira y su encuentro con cierto Dios.

En definitiva, estamos ante un título novedoso. Pienso que el nuevo origen y el nuevo universo le sentaron bien a Wonder Woman. Quizás a los fans del personaje les molesten ciertas cosas, quizás querían ver en el primer número a Trevor estrellándose entre Amazonas. Pero si la idea es hacer un universo nuevo, al menos… dame algo nuevo. Yo estoy completamente conforme, se ganaron mi interés. Si hay algún lector que como yo, nunca se sintió muy interesado en el personaje… debería darle una chance al título, porque es algo distinto, algo interesante que merece ser leído.