Mighty ´80s

El ansiado regreso de Jack Kirby al mundo de los superhéroes se produjo en 1982, pero el resultado no fue el esperado.

Captain Victory and the Galactic Rangers

20/09/2024

| Por Diego Accorsi

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Bienvenidos a la sección que se paseará por la prolífica y asombrosa década de los ‘80s para desempolvar las joyas de una inmensa corona o descubrir los bofes más recalcitrantes que se produjeron en el mercado de los superhéroes yankis. En estas expediciones cuasi-arqueológicas indagaremos revistas, libros o el formato que fuere, publicados entre Enero de 1980 y Diciembre de 1989, para ver quiénes brindaron su arte y cómo se desarrollaban las aventuras en ese período.

Título: Captain Victory and the Galactic Rangers

Editorial: Pacific Comics

Formato: revista bimestral + 1 especial

Período: Noviembre 1981- Enero 1984

Autores: Jack Kirby y otros

Informe: Nos encontramos claramente ante un gran artista que ya ha creado todo y acá se limita a contar historias menores con la grandilocuencia de siempre. Es indiscutible la calidad de Kirby a la hora de crear personajes, de mostrar tecnología, de narrar acciones, pero también, por cosas como esta es que uno tiene que darle crédito al vendehumo de Stan cuando se discute quién logró el éxito colosal de los Fantastic Four y compañía. Captain Victory es un Kamandi con flequillo y sin onda, muy milico, que comanda un ejército y una mega-nave siempre al filo de la muerte pero sin importarle más que el deber y ganar.

Esta serie es el primer gran lanzamiento de la editorial Pacific Comic- con sede en San Diego, California- con periodicidad bimestral y a todo color. El nº 1 está fechado en noviembre del ‘82, si bien después dicen que salió para la San Diego Comic Con de ese año, pero bueno, las fechas de tapa y de salida pueden no coincidir.

Kirby es el artista integral y creador de todo, con tintas y letreado de su veterano amigo Mike Royer y colores de un joven Steve Oliff. La primera saga enfrentará a los buenos contra Lady Lightning y los Insectons, una raza que devora mundos y llega la Tierra a esclavizar a los humanos y consumir todo. La gran batalla se llevará a cabo hasta el nº 6 de Septiembre de ese año, pero cabe aclarar que para el tercer capítulo entra el entintador/letrista definitivo de la serie, Michael Thibodeaux. Para el nº 7 –que arranca con una publicidad de una nueva revista del Rey para Pacific, “Silver Star”-, empieza la aventura contra los Wonder Warriors y el Cuadrante X, ahora con colores de Janice Cohen, que finaliza en Abril, para el nº 10. Entre los nºs 11 y 13 se presenta la trilogía del origen del Capitán, salida en Junio, Octubre y Enero del ‘84 respectivamente, ya cagándose en la periodicidad. Este es el tramo de la serie que más dio que hablar, porque Kirby llena el origen del Captain Victory con referencias veladas a la saga del Cuarto Mundo que había desarrollado en DC a principios de los ´70. Sin nombrarlos nunca, nos deja muy en claro que el protagonista es hijo de Orion y nieto de Darkseid. De hecho, cuando otros autores continúen con las aventuras del Captain Victory (ya en el Siglo XXI) la serie va a ser una secuela todavía más evidente de la saga de los New Gods.

En Octubre de 1984 sale también el Captain Victory Special 1 celebrando los dos años de publicación, todo a cargo de Kirby y su equipo con una recreación de la era de los mosqueteros muy fumada. That’s all folks.

Podemos agregar que en varios números hay páginas de artistas invitados presentando sus cómics (Neal Adams con Ms. Mystic en el 4, The Missing Man de Steve Ditko en el 6, historias de Tim Conrad en los 10 y 11, una de Bruce Jones y Kent Williams en la 12 y ocho paginitas de Ed Foley –un Kubert de la B- en el 13), pero no suman a la épica kirbiana.

Captain Victory and the Galactic Rangers trata de capturar la grandilocuencia cósmica de los Eternals, el conflicto constante de los New Gods y los personajes exóticos y divertidos de Kamandi, aunque no logra generar una buena aventura atrapante. Quizás hubiese funcionado mejor en décadas anteriores, pero para entrados los ‘80s, toda la magia que el Rey volcó en estas páginas sólo impactan en lo visual, a veces en lo narrativo, pero no tiene los diálogos ni las tramas que requería el público en ese momento. Una pena.

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