Creo que todos los fans de los comics y la animación de mi generación recordamos cuando alguna vez, allá por principios de los ´90s pudimos ver -por primera vez en televisión abierta- el largometraje animado Heavy Metal, de 1981. Hoy en día, es uno de esos clásicos de la animación adulta, que en mi mente es una de esas «que todo el mundo vio», al igual que «Fire & Ice» de Ralph Bakshi, producida en la misma época.
Pero claro que soy realista y entiendo que no necesariamente las generaciones actuales van a conocer todo lo mismo que conocimos los cuarentones y cincuentones de la generación X, por lo que si alguno de los lectores de esta sección lo necesita, les explico brevemente de que se trata la película. Como el título lo indica, toma inspiración del magazine antológico de comics para adultos del mismo nombre «Heavy Metal», e intenta incorporar la idea de múltiples historias de fantasía y ciencia ficción realizadas por distintos autores, pero conectadas por medio de un hilo en común, un artefacto cósmico misterioso con forma de esfera llamado Loc Nar. Una de las historias presentadas en Heavy Metal, es Captain Sternn. En mi opinión, una historia divertida, pero que no pasa de ser un relleno muy simpático (creo que las historias más recordadas son la del taxista Harry Canyon, la de Den, y la de Taarna, la última). Pero al igual que varias historias que componen esta producción animada, este segmento no fue una creación original, sino que esta directamente basado en personajes previamente creados para los comics, por una leyenda del dibujo: Bernie Wrightson.
No hace falta dar muchas explicaciones sobre el impacto e influencia de este artista. Su trabajo a lo largo de las eras habla por si solo, y aunque no todos fueron aciertos (no me gusta nada «The Weird»), la calidad artística de la mayor parte de su producción es tan alta, que de todos modos sigo considerándolo uno de los mejores. «Frankenstein Alive, Alive!» está para mi en el Top 10 de mejor arte en blanco y negro de todos los tiempos.
Como sea, Captain Sternn fue creado por Wrightson a fines de los ´70, y se publicó brevemente como back-up de Dreadstar (no más de un par de números) y en algunos números de Heavy Metal antes de ser usado en la película.
El aspecto del personaje se asemeja al clasico héroe de mandibula prominente, muy a lo Superman (o más bien, caricaturizando a Superman), pero vestido con un uniforme de almirante y totalmente desprovisto de moral. Sternn es básicamente un criminal, pero el comic lo presenta bajo una mirada satírica y exagerada, para enfatizar lo ridículo tanto de los personajes como de las situaciones.
Fue recién en 1993, cuando Kitchen Sink se fusionó con Tundra y Kevin Eastman (co-creador de las Teenage Mutant Ninja Turtles junto a Peter Laird, que luego también adquiriría la revista Heavy Metal) se haría con casi el %50 de Kitchen Sink, y junto a Dennis Kitchen decidieron realizar un montón de cambios al plan de publicación de la empresa. Uno de los títulos que formaron parte de ese plan fue la miniserie «Captain Sternn: Running out of time», que Tundra venía manijeando desde 1991 y que por supuesto estuvo a cargo casi completamente de Bernie Wrightson, como creador, guionista y dibujante de la obra (excepto por el color, letras y algún número en el que es entintado por Sheppherd Hendrix).
Los personajes son los que ya vimos antes en la tan referenciada Heavy Metal: «Beezer» un pequeño robot de un solo ojo que lo sigue a todas partes, además de Aldo Gorney, Justin Tyme y Hanover Fiste (que es una parodia de Hulk), acompañan al protagonista en una historia bastante ridícula, en la que es atrapado junto a sus compañeros en el pasado prehistórico habitado por dinosaurios, por el empresario Fillmore Coffers, CEO de la compañía Cosmic Coola, para evitar que lo expongan, porque acababa de descubrir un componente muy adictivo para sus bebidas, proveniente de la era de los dinosaurios, que obliga a los consumidores a beber hasta morir, para luego volver convertidos en zombies, y continuar bebiendo.
El arte de Wrightson en esta obra incluso se ve distinto a lo habitual, ya que las tintas de Sheppherd Hendrix, y el tono mismo de la obra, llevan a que la estética se aleje mucho del estilo al que los fans de Wrightson están acostumbrados. Lo cual en mi opinión, no es una mala decisión, ya que el arte de Wrightson tiende mucho al horror (que es el género por el que se lo conoce más), y el tono de esta obra tiende a la aventura y la comedia. Por otra parte, algo que sin duda perjudicó la parte artística fue la mala impresión en algunas paginas, lo cual ya constituye un problema de producción, más responsabilidad de la editorial que del creador.
Lamentablemente nunca hubo, hasta donde sé, una edición recopilatoria de esta miniserie ni en inglés ni en castellano, pero es relativamente fácil de encontrar en sitios de compraventa como Amazon o eBay.
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