Sandman Mystery Theatre es uno de esos títulos de Vertigo que tuvo una enorme calidad, pero que no forman parte del panteón de grandes clásicos del sello que el común de los lectores suelen mencionar cada vez que hablan de las series que marcaron la época. Lo que lo convierte en un clásico muy subvalorado y creo que -mucho más que muchos otros títulos- merece ser reivindicado.
La serie tuvo un total de 70 números y un anual. La mayor parte de todo esto fue co-escrito por Matt Wagner y Steven T. Seagle, con dibujos principalmente por Guy Davis, con algunos fill-ins ocasionales. Luego de colaborar con Matt Wagner en la mayoría de los arcos, eventualmente Steven T. Seagle empieza a hacerse cargo de los guiones por su cuenta. Otros artistas además de Davis fueron John Watkiss, Vince Locke, Warren Pleece, Matthew Smith, Richard Case (como entintador), Michael Lark, y alguno más que se me escapa en este momento.
Sandman Mystery Theatre nos remonta a la época de la juventud del personaje titular, a los años previos a la Segunda Guerra Mundial, lo que nos ubica a fines de la década del ´30. La época está muy bien recreada y fielmente plasmada por Guy Davis, cuyo dibujo no solo está bien referenciado, sino que además evoca sensaciones y situaciones muy vívidas, a la vez que parece influenciado por estilos artísticos de los ´30 y los ´40.
A diferencia de lo que se podría esperar, el protagonismo parece recaer tanto en Wesley Dodds como en Dian Belmont, quien con el tiempo pasaría a ser su esposa hasta el día de su muerte. Wagner y Seagle realmente se ocupan de dar dimensión y entidad a ambos personajes, como pareja e individualmente. En el caso de Dian, van mucho más allá de su clásico rol de “novia del héroe”, para darnos un personaje tan interesante como el héroe mismo. No es raro ni tirado de los pelos que en “Starman” cuando Jack visita la casa de Wesley y Dian, hace un preámbulo antes de llegar para explicarnos lo nervioso que estaba por conocer a la persona que más admiró toda la vida, y que resultara ser Dian, su escritora favorita. Es que ambas series se publicaron más o menos a la par (Starman empezó un año y medio después que ésta), por lo que era inevitable que la serie ambientada en el presente hiciera alguna referencia a la ambientada en el pasado.
En el caso de Wesley, se manejó muy bien su dualidad, de a momentos similar al tratamiento de Batman, pero sin el elemento psicótico y autodestructivo del protector de Gotham City. Wesley Dodds también tiende a ser taciturno y reservado, pero esa actitud no deriva en su caso en una incapacidad de relacionarse sanamente con otros y de enamorarse, a diferencia de lo que ocurre con Bruce Wayne que tiende a caer constantemente en una actitud obsesiva y malsana, mucho más similar a Hourman, a quien su obsesión lo llevaba a volverse adicto a su pastilla Miraclo, para tener poderes durante una hora.
El Sandman original se revalorizó mucho como personaje gracias a esta serie. De por sí, el nombre Sandman ya estaba nuevamente presente en boca de todos, a causa del éxito enorme de la obra fantástica de Neil Gaiman, pero esta serie sin duda hizo lo propio por la versión original del personaje.
Un elemento que siempre le jugó a favor a Wesley Dodds, fue el diseño que combinaba el traje de tres piezas con la capa, el sombrero, y sobre todo, la máscara anti-gas. Ese diseño es acertadísimo, sin duda uno de los más sólidos y memorables de los personajes de la Golden Age de DC Comics, que le debía mucho a los héroes de los pulps, al estilo de The Shadow, The Spider, The Clock, y otros, también ataviados de traje y corbata, más un sombrero y máscara (o bufanda en el caso de The Shadow). Precisamente por esa influencia pulp debió ser lo que motivó que a mediados de los ´40, se lo rediseñara más acorde con los superhéroes que tanto éxito tenían en ese entonces y que estaban desplazando a los pulps. Soy muy fan de Jack Kirby, y lo voy a ser toda la vida, pero ese traje amarillo, y el sidekick “Sandy the Golden Boy”, realmente no pegaban bien con Sandman. Afortunadamente, para cuando el personaje volvió a aparecer en la Silver Age, lo hizo con su traje original. Todo esto que menciono, como la evolución histórica de Sandman, Hourman, la importancia de Dian, y varios elementos más, se exploran a lo largo de la serie. Incluso hay un arco dedicado a cuando Sandman y Hourman se conocen, y algún otro en el que Wesley se prueba el traje amarillo y violeta.
Esta serie tuvo un único anual, publicado con fecha de tapa de Octubre de 1994, que tiene una selección muy interesante de artistas. A Wagner y Seagle los acompañan John Bolton, Guy Davis, Stefano Gaudiano, David Lloyd, Dean Ormston, George Pratt, Alex Ross, y Peter Snejbjerg. Todos grossos, en lo personal me gustan todos, y el trabajo de cada uno es impecable. La historia se compone de nueve episodios, de los cuales Guy Davis se encarga del primero y el último, mientras que los demás se ocupan de los episodios restantes. No hay uno que no haya disfrutado visualmente, por distintas razones. Cada artista tiene sus propias fortalezas y aporta a la historia elementos y enfoques, que le dan a la historia una variedad visual muy bien manejada, que no se interpone en la fluidez del relato.
Incluso poco después de finalizada, la serie siguió siendo punto de referencia en todo otro proyecto relacionado a los personajes de la Golden Age. Los que leyeron los primeros números de JSA recordaran el momento de la muerte de Wesley, quien se lanza heroicamente al vacío con la intención de frustrar los planes de Mordru, mientras que su último pensamiento iba dedicado a la mujer con la que compartió toda su vida. “Dian, I’m coming”, fueron sus últimas palabras, entonces.
En su momento la mayor parte de la serie fue recopilada, aunque creo que nunca se recopiló completa. Desgraciadamente, DC nunca tuvo un programa de recopilaciones al nivel del de Marvel, y es muy común encontrar series muy buenas recopiladas de forma incompleta, ya sea cortadas por la mitad, o faltando pocos números para terminarla. Punto a favor para los coleccionistas de issues, aunque hoy en día como con tantas series de la época, se puede dificultar conseguir todo.


