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NOTAS

Superman: True Brit

En 2004, el Más Grande dibujó un Elseworlds en clave de comedia que nos muestra a un Superman alternativo, criado en Inglaterra.
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Martes 15 de enero, 2019

Nos quedamos en DC y seguimos con obras en las que John Byrne sólo metió mano en el dibujo. En esta oportunidad tenemos un Elseworlds de Superman, que nos muestra qué pasaría si la nave proveniente de Krypton hubiera caído en Weston-super-mare, un pequeño poblado de Inglaterra, en lugar de en Kansas y el resultado debería ser hilarante.

Originalmente publicada en un hardcover en el 2004, esta historieta tenía la particularidad de que en el guion había metido mano el famoso John Cleese, de los Monty Python, que seguramente no hizo más que tirar un par de chistes distribuídos a lo largo del guion que escribió Kim “Howard” Johnson, un nombre también relacionado a los Pythons ya que es el autor de mucha de la principal bibliografía existente acerca del famoso grupo cómico británico. Y el dibujo de Byrne, en esta oportunidad entintado por Mark Farmer, se deja llevar por el tono de la historia y nos presenta un estilo mucho más caricaturesco del que nos tiene acostumbrados. Es decir, vimos mil veces a Superman dibujado por Byrne, pero jamás lo vimos como lo dibuja acá, lo cual le da un encanto adicional a la obra, que tiene muchas cosas parecidas, pero también muchas diferentes a las que nos acostumbró el barbeta a los fans de Superman.

Por desgracia, el guión no es todo lo bueno que debería ser, o por lo menos a mí no me llegó de la forma en la que debería haberme llegado. Por momentos me daba la sensación de estar leyendo algo demasiado autorreferencial que, posiblemente siendo inglés, fan de los ingleses o al menos habiendo consumido Monty Python en exceso, se podría disfrutar muchísimo más. Pero por desgracia no cumplo ninguno de esos requisitos. Capaz que un lector más versado en estos temas le saca un jugo que yo no le pude sacar, o le encuentra una arista de disfrute diferente, pero en lo que a mí respecta, con buena suerte me despertó un par de sonrisas y hasta ahí llegamos.

La historia en sí, como decía en el arranque, es un re-visionado del origen, donde Superman es criado por unos granjeros británicos. Colin Clark (así se llama el alter ego de esta versión de Superman) es obligado a ocultar sus poderes, llevar una vida lo mas “normal” posible y siempre preocuparse por “el qué dirán los vecinos”. Obviamente en algún momento la situación lo sobrepasa y sale a la luz, adoptando la identidad de Superman para captar de inmediato el foco de atención de toda la prensa.

Y acá está el principal tema de la obra: Colin escribe las notas sobre Superman, le inventa amoríos con actrices y manipula a la opinión pública por pedido del dueño del diario, el tiránico Whyte-Badger, al tiempo que trata de convertir a Inglaterra en un lugar mejor, afrontando las pruebas imposibles que le pone la reina, como hacer que los trenes lleguen a tiempo, o que la BBC tenga programas entretenidos. Digamos que todo gira demasiado en torno a estereotipar a la sociedad inglesa, a la necesidad de la prensa de poner en el foco a tal o cual celebridad y llevarla a lo más alto, para después colaborar con su caída y sacar beneficio en ambos casos, y quejarse de un cierto conformismo que obliga a los ingleses a temerle a todo el que es diferente.

La verdad es que no hacían falta noventa y tantas páginas para contar un chiste estirado de más, con un humor que -debo confesar- me es ajeno y no me llama la atención, pero por ahí le divierte a más de uno. Me voy con la idea de que True Brit no es una obra necesariamente mala, si no que claramente no soy su público, y quizás con el lector adecuado sea una obra muy disfrutable. De todas maneras, vuelvo a destacar el dibujo del maestro que le da nombre a la sección que está muy bien, haciendo algo que es poco habitual en su carrera y sin dudas, al menos a mí, fue lo que más me gustó del libro.