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Esta serie de ensayos de Umberto Eco sobre la cultura de masas incluye lecturas lúcidas de varios clásicos del Noveno Arte.

Apocalípticos e Integrados

30/07/2014

| Por Leandro Paolini

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apocalipticosEste libro no es acerca de comics per se. Es una serie de ensayos sobre la cultura de masas, en los que se analiza la estructura del mal gusto, la lectura de comics, el mito de Superman, el papel de los medios audiovisuales como instrumento de información o el influjo de la televisión en el mundo de hoy.

Apocalittici e integrati (Bompiani, 1964) fue uno de los grandes best sellers de las ciencias sociales de la segunda mitad del Siglo XX. Esta obra parte de dos posiciones opuestas ante la cultura: la apocalíptica y la integrada. Apocalípticos son los que plantean un enfoque pesimista sobre los alcances de la cultura de masas, ya sea desde una postura conservadora o aristocrática, o bien progresista. Entre ellos se encuentran Adorno y Horkheimer. Son aquellos que miran hacia el pasado y se aferran a las antiguas teologías y a los métodos reaccionarios de rechazo para hallar la verdad. Son integrados aquellos que hacen una interpretación benévola sobre los resultados que provoca la cultura de masas, como el acceso de todos a la cultura, como es el caso de Marshall McLuhan.

El autor considera  que el error de los integrados es defender al extremo la cultura de masas creyendo que la multiplicación de los productos culturales es buena en sí misma. Por otra parte, los apocalípticos confían que es posible proporcionar una cultura que evite el condicionamiento industrial, lo cual sería un evidente reduccionismo. Eco decidió ir más allá de estos maniqueísmos, y desplegó una mirada crítica que supo reivindicar los aspectos positivos de la cultura de masas. La industria cultural, para Eco, no es un problema: sí lo es el consumismo o la interpretación superficial y conformistas de los contenidos que provienen, por ejemplo, de la televisión.

20050326Umberto_EcoUmberto Eco (Alessandria, Piamonte, 1932) es un reconocido semiólogo y escritor italiano. Su tesis doctoral en Filosofía en la Universidad de Turín versó sobre El problema estético en Santo Tomás (1956). Su interés por la cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, hasta emerger de manera explícita en su novela El Nombre de la Rosa (1980). Desde 1971 ejerce su labor docente en la Universidad de Bolonia, donde ostenta la cátedra de Semiótica.

Más allá de su perfil académico y literario, Eco no es un hombre ajeno a la historieta, la consume y defiende desde siempre, y ha entablado lazos de amistad con muchos referentes del medio, como Robin Wood. Su amor por los comics, y su incansable análisis de la cultura de masas lo llevó a escribir el texto reseñado en esta oportunidad.

Dentro del libro se destacan las secciones como: “La cultura de masas bajo acusación”, “Crítica de los tres niveles”, “La Midcult”, y las 30 páginas en las que habla específicamente de Superman. En esta última Eco despliega su conocimiento y fanatismo por el personaje, se nota su consumo de la etapa Golden y Silver Age, y remata el análisis del personaje con párrafos como: “El personaje mitológico de los comics se halla actualmente en esta singular situación: deber ser arquetipo, la suma y compendio de determinadas aspiraciones colectivas, y por lo tanto debe inmovilizarse en una fijeza emblemática que lo haga fácilmente reconocible, pero por el hecho de ser comercializado en el ámbito de una producción ‘novelesca’ por un público consumidor de ‘novelas’, debe estar sometido a un desarrollo que es característico del personaje de novela”.

apocalipticos e integradosPara Eco, la imagen simbólica representativa en la actualidad es la de Superman, el héroe dotado con poderes superiores a los del hombre común, que constituyen la más alta realización de un poder natural: la astucia, la rapidez, la habilidad bélica o la inteligencia silogística.

La sección llamada “Lectura de Steve Canyon” es muy lúcida por el compromiso, la pasión y la omnisciencia que Eco utiliza para analizar las viñetas de dicho clásico de Milton Caniff. El autor escribe con el mismo nivel de erudición cuando describe situaciones en Terry and the Pirates, que cuando relata hechos en las historietas de Martian Manhunter. Su conocimiento del fumetto y el resto del comic europeo no lo aleja de tener noción del gravitas del resto de la Liga de la Justicia. Cuando escribe acerca de El Príncipe Valiente o Flash, lo hace con autoridad.

La parte del libro llamada “El Mundo de Charlie Brown”, es una de las mejores secciones de toda la obra. Esto es parte de lo que opina Umberto Eco de ese mundo: “Snoopy sabe que es un perro; ayer era perro; hoy es perro; mañana será todavía un perro; para él, en la dialéctica optimista de la sociedad opulenta, que consciente ascensos de status en status, no existe esperanza de promoción”. “Estará sosegado, nunca feliz. Vive en un apartheid continuo, y del segregado tiene la psicología, de los negros a lo Tío Tom tiene la devoción, faute de mieux, el ancestral respeto por el más fuerte”. Contundente.

apocalipticos-e-integrados-la-cultura-de-masas-umberto-eco10540460_3_2010131_17_36_18La cultura de masas es producida por personas que cuentan con mayor poder económico para la obtención de beneficios, y lo único que desea lograr es la creación de un mercado en el que logre conseguir inversionistas que le generen ganancias, es por eso que sólo crea contenidos simples, entretenidos y que llegan a la mayoría de los hogares del país. Ya sea al hablar de los nihilistas, de Beppo el super mono o de cómo Snoopy vive en un interminable apartheid, este es un libro que con paciencia y un lápiz en mano, vale la pena leer.

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