¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

NOTAS

Spider-Man: The Final Adventure

En los ´90, plena Saga del Clon, Peter Parker y una embarazadísima Mary Jane se fueron a vivir a Portland. ¿Para qué?
|
Martes 12 de febrero, 2019

¡Holaaaa! Pero, ¿qué hacen, volvieron a este antro? Esto ya es bajo su propio riesgo. Yo no les puedo garantizar nada. Pero ya que están por acá, los invito a pasar a un nuevo y maravilloso Ni Ahí. Hoy les traje papa re-fina. Les traje una verdurita digna de pegarse un tirito en la sien. Poné los tambores, poné. Porque esto es Spider-Man: La Aventura Final.

Año 1996 (uuuuh, volvimos a los ´90, y no es la otra sección que está haciendo ese tal Caracciolo). Tranquilo, no te confundiste. Basta de boludeo y te cuento un poco lo que pasaba en ese momento del maravilloso comic mundial yanki. En los ´90, Spider-Man estaba enroscado en la Saga del Clon, la saguita donde aparece Ben Reilly, la Araña Escarlata, y te dicen que el clon era en realidad Peter Parker. ¡Pero qué hijos de siete mil! Imaginate la indignación de los pibes y los boludos grandes al enterarse de que el Spider-Man que venían leyendo desde hace bocha de años no era el posta… si no que el posta es este Reilly. ¡Anda a la re conferencia de lora! ¿Y de dónde carajo saliste, master? Igual con la Escarlata está todo bien, porque si no Martín Fernandez Cruz me caga a puteadas…

 

La cuestión es que esta saguita que iba a ser cortita se terminó alargando porque vendió un montón. Y viste lo que pasa siempre con Spider-Man, no? Lo quieren hacer un pibe eterno. Como en el curro de Joe Quesada con One More Day. El famoso Mefistazo. Acá a los maravillosos editores se les ocurre la manera de tener un nuevo Spider-Man fresquito como una lechuga y con camperita bien noventera para reemplazar al viejo Peter y jubilarlo. La cuestión es que la saga del Clon se fue al carajo de larga por las ventas, porque en un principio les había ido muy bien. Y así es todo en la vida. Todo por el vil metal.

Así nos encontramos con esta aventura final. Ya desde el titulo, alta estafa. Es como el libro La Historia Sin Fin. Porque la historia sí tiene un final, viejo. Devolveme la guita. ¿Sabés a qué me hace acordar esta GEMA? A los Marvel: The End. O sea, es como un precursor de los Marvel: The End.

En el guión lo tenemos a Fabian Nicieza, ese pulpo que en los ´90 estaba por todos lados. Nació acá, en Argentina. Pero se fue a triunfar a Estados Unidos, como editor y guionista. Escribió un montón de verduras X como X-Men, X-Force, Deadpool y mi favorita de esa época: Nomad. La serie de ese ex pupilo del Capi que a lo Lorenzo Lamas recorría el país con una bebé a cuestas era maravillosa. Y en el dibujo lo tenés a un primerizo Darick Robertson. ¿Te suena Trasmetropolitan, de Warren Ellis? Bueno, el pibe es el dibujante y también hace The Boys. Un pichi. Acá el muchacho se la banca, te digo.

Pasemos a la historia. ¿Qué historia? Una boludez. Resulta que Peter y Mary Jane, que tenía el bombo hecho con flor de embarazo, se van a vivir a Portland. Todo para dejarle el terrenito a la arañita escarlatita. Y Portland es más lindo para criar al pendejo que New York. Salvo que te proteja Charles Bronson. Peter colgó el traje y consigue laburo en un laboratorio. ¿Qué te paso, Peter? ¿Tenés un hijo y te aburguesas? Sí, básicamente los que les pasa a todos.

El pobre Parker termina laburando en un laboratorio donde el sector seis (¿?) hace experimentos con los presos. Muy, muy X-Files, viejo. Hay conspiraciones, científicos malos y toda esa boludez. La cuestión es que utilizan la sangre de Peter para encontrar una cura en un paciente. Y el paciente muta del carajo, se transforma en un monstruo arácnido. Se escapa para aterrorizar a los pobres ciudadanos de ciudad Portland. Y ahí al bueno de Peter no le queda otra que descolgar el traje y derrotar a esta nueva criatura. Obviamente se siente responsable de todo esto. ¿Cuando no? Sos más sufrido que Messi en los mundiales. Con la pequeña diferencia que Peter no cobra la misma guita que la Pulga. Lógicamente este comic tenía que terminar bien y lindo. Era la excusa para hacer una aventura final que al final de final no tiene una mierda. Nicieza adujo que los editores no dejaron hacer el guión como el quería. Dale, viejo. No te hagas el boludo, que desde el vamos la premisa era una bosta. Ya nadie recuerda esta boñiga, sólo algunos suicidas como yo que me los pongo a leer y perder el tiempo en vez de ir al puerto a laburar.

¿No conté cómo termina? Sepan disculpar, pero estaba mirando Los Bici voladores por Volver. Spider-Man y una especie de Swamp Thing de la B que también había sido víctima de los experimentos locos de ese laboratorio derrotan al monstruo maligno arácnido. Esto es posta. No lo estoy inventando. Qué ganas de tirarme por el balcón que tengo. Qué ganas… Bueno, ya no jorobo más y me voy a mirar Batman la serie animada por decimoquinta vez tomando un Baggio y recordando qué lindo, qué lindo eran los ´90 cuando existían la Araña Escarlata y Azrael. Pero pará… si esos personajes ya volvieron. Chau, me fui. Fin final de la aventura final.