En 1972, la revista Dr. Mortis vuelve a lanzarse con un nº1 en la editorial PINSEL. Acá las revistas suelen alternar páginas en colores y en blanco y negro. La primera aventura de esta segunda etapa conecta las dos épocas. Titulado “La muerte regresa de vacaciones”, el episodio retoma el hilo del destierro de Mortis en el espacio, y nos sitúa en un mundo que se enfrenta a una nueva realidad: un mundo en el que ya nadie muere. Esto comienza a generar caos en el planeta, lo que lleva al mismísimo padre Libby a realizar un mea culpa. “Pero no comprendimos que si bien él es Satanás, también era, es y será La Muerte ¡El Fin!..”, dirá. Y unos cuadros después declama enfáticamente: “Debemos devolver la muerte a la Tierra… trayendo al Dr.Mortis del espacio”. Libby crea un dispositivo para poder retenerlo en la Tierra pero el capítulo terminará con un presagio del escape del maligno y una reflexión de este “Los mortales creen que pueden retenerme“, para finalizar con una risa siniestra. Un concepto interesantísimo aplicado al personaje, que da cuenta de la maestría de Marino para los guiones.

Esta colección llega hasta el nº58, y también tiene episodios que retoman puntas argumentales presentadas en historias anteriores, otros que actualizan y corrigen algunas historias ya publicadas en la etapa anterior, tramas que luego Marino convertirá en cuentos, tramas tomadas de los radioteatros, y adaptaciones (a veces acreditadas y a veces no) de cuentos y películas de otros autores. Y por supuesto una amplia mayoría de aventuras 100% inéditas y originales. Algunos números especiales incluyen varias historias cortas, o una historia extensa, complementada por una o varias historias cortas.

Entre 1975 y 1977, la editorial DILAPSA/ Gabriela Mistral publica la revista “Macabros Relatos del Sinietro Mortis”, en un formato más grande y en blanco y negro. Esta colección no empieza con un nº1, sino que continúa la numeración de la serie anterior, a partir del nº59 y hasta el nº81.
De nuevo vamos a encontrar varias historias que luego Marino convertirá en cuentos, adaptaciones de obras literarias de otros autores, material previamente publicado en las etapas anteriores de la revista, y además la revista incluirá cuentos de terror de distintos autores, mayoritariamente ingleses y estadounidenses. De hecho, el nº76 no contiene historietas, sino sólo cuentos. El último número, el 81, no tiene historietas de Mortis, ni ninguna otra de autores chilenos. Está armado con un cuento y con varias historietas de terror de origen español, sin créditos de autores. Una vez terminada esta etapa de la revista, el Dr. Mortis perdurará en el fomato de radioteatro hasta 1982.

La aventura editorial sufrió también los vaivenes de la historia política chilena. Como ya mencionamos, la revista del Dr. Mortis surge en 1966 de la mano de Zig-Zag editora, hasta 1970 cuando, con la llegada de Salvador Allende al poder y la nacionalización de las distintas editoriales, la empresa pasa a manos del estado en el proyecto editorial llamado Quimantu.
La revista también fue distribuida en varios países de Latinoamérica, entre ellos Perú, Colombia y Argentina.

De guionistas y plumines
Los guiones de las historietas de Mortis fueron mayoritariamente factura de Juan Marino Cabello, lo que muestra la versatilidad de este maestro del guion para sostener no sólo la aventura editorial , sino también la radiofónica. También hay muchas aventuras escritas por su esposa, Eva Martinic, lo que da una marca familiar a este personaje. Marino también produjo aventuras para otras revistas, como Jungla y Jinete Fantasma, entre otras, lo cual refrenda una vez más la capacidad de este gran artista.
Entre los dibujantes hay que destacar a Roberto Tapia Tom, que fue el primer dibujante del Doctor Mortis, y uno de los más prolíficos, creador también de muchas de las portadas de la revista. El gran Máximo Carvajal fue el responsable de darle la forma humana a Mortis: alto, delgado, bigote y barbilla francesas, sienes canas y un par de grandes mechones de cabello que evocan dos cuernos. Santiago Peñailillo fue otro dibujante que ilustró muchas de las historias de Mortis. Manolo Ahumada trabajó en las dos etapas e incluso produjo algunas ilustraciones para las tapas de una increíble calidad. Otros dibujantes de Mortis fueron Juan Araneda, Juan Francisco Jara, Avelino García y Ernesto López.

La portadas de Mortis conservaron a lo largo de casi toda su historia la misma característica: una gran escena de horror nos enviaba ya desde la tapa un mensaje claro de lo que nos deparaba esta publicación. En la segunda época, precisamente en el nº 60, hace su debut Manuel Cárdenas, el que para mí es el gran portadista de Mortis. Sus pinturas, pobladas de lánguidas figuras, producen un escalofrío diferente. Muestran una calidad comparable a la de cualquier revista internacional y son dignas de verse y repasar, para observar el trabajo de este maestro del pincel. Cárdenas también dibujó alguna historieta, desarrollando todo su potencial artístico.

¿Pero realmente quién es Mortis?
Si bien a lo largo de su historia se puede dibujar una biografía del Siniestro, Marino nunca estableció escribió una en concreto, hasta el nº 59 de la segunda época, en el que, en una retiración de contratapa, ensaya la siguiente que transcribo a continuación:
“Hasta ahora nadie que haya sobrevivido ha logrado descifrar el misterio que encierra su origen y permanencia en el tiempo. Sólo huellas siniestras e inexplicables marcan su paso entre los hombres. No hay límites ni fronteras para sus acciones. Su sed de sangre y destrucción es tal, que muchas veces la cordura de la humanidad se ha balanceado en el filo del cuchillo.
La esencia del Dr. Mortis es la muerte, en cualquier forma: Ritual, masiva, en aquelarres demoniacos, etc, siempre perpetradas con un sadismo refinado. Teme sólo a la cruz de plata.
Aparece en diferente épocas, casi siempre encarnado en un medico cuyo centro de operaciones es un tétrico cementerio; o bajo la apariencia de otros siniestros y diabólicos personajes de nombres que son, generalmente, anagramas del pérfido, indefinible y siempre triunfante Dr. Mortis”.
Marino también lo definió como un ser ubicuo, la esencia del mal, la muerte presente e inevitable.

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