Segunda parte de esta recorrida por la obra de uno de los maestros emblemáticos de la historieta europa.

Milo Manara (parte 2)

05/12/2014

| Por Andrés Accorsi

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9788804593669-il-gioco_copertina_piatta_foRetomamos nuestro repaso por la ilustre trayectoria de este maestro del Noveno Arte, que habíamos interrumpido con la publicación de El Hombre de Papel.

4) A LA CAMA CON MANARA

El quiebre grosso en la carrera de Milo Manara llega en 1983, cuando escribe y dibuja El Click! (Il Gioco, en Italia), para la revista Playmen. Esta historieta erótica es furor en todo el mundo y genera una versión fílmica (en 1985, dirigida por Jean-Louis Richard), una obra de teatro, una serie de TV y un film de dibujos animados. Tan grande fue el impacto de El Click!, que hasta los críticos (habitualmente hostiles al comic para leer con una sóla mano) la reivindicaron. Y la verdad es que no es la octava maravilla del mundo, pero tiene su encanto. De hecho, es la obra del autor que más ediciones distintas tiene, tanto en Italia como en el resto del mundo. Podés llenar un estante de cualquier biblioteca sólo juntando las distintas ediciones de Il Gioco.

Manara siguió, de aquí en más, dos carreras paralelas: una enfocada en su obra de autor de comic adulto, con énfasis en la aventura clásica, y otra basada en la gran popularidad de su material erótico, apuntada más al pajero que al lector de historietas. Permítanme romper el orden cronológico que veníamos siguiendo para concentrarme (por un par de párrafos) en la vertiente soft-porno del amigo Milo.

perfume_001Tras el hitazo que fue El Click!, el siguiente canto a la masturbación fue El Perfume del Invisible (1987), serializada en L’Echo de Savanes, que también tuvo una versión fílmica y una secuela tan desastrosa (Desnuda por la Ciudad, de 1992) que intentaremos olvidarla. DE todos modos, subrayemos que el argumento de El Perfume… no es exactamente una calamidad. Lo único realmente choto es el final o, para ser más precisos, el punto en el que Manara decide terminar la historia de Miel y el tipo que inventó la pomada para hacerse invisible. Cuando faltan sólo cuatro páginas para el final, a Manara se le ocurre pegar un volantazo totalmente impredecible y el resultado es francamente penoso. El resto no está tan mal, sobre todo si pensamos que se trata de una obra claramente enrolada en el género erótico, un comic pensado para ser leído con una sola mano por un lector cuyo nivel de exigencia baja a medida que la carpa sube. En ese sentido, la primera parte no defrauda para nada.

De ahí nos vamos a las dos secuelas de El Click! que -en un rapto de originalidad- se titulan El Click 2 (1991) y El Click 3 (1994). Por supuesto, los argumentos mínimamente coherentes se habían acabado en la primera parte y las secuelas naufragan a pesar de que el dibujo mantiene el nivel de excelencia.

000qbaUn poquito más respetada por la crítica (pero igualmente traída de los pelos) es Gulliveriana, de 1996, obviamente basada en el relato de Jonathan Swift. Morbosa al pedo y con un dibujo que no baja del standard habitual de Manara es Rendez-Vous Fatal (1997), un triste intento de acercarse al tono dramático que -está claro- no es el fuerte del autor. También de 1997 data Kamasutra (sobran los comentarios) y en 1998 aparecieron Afrodita (más cercano a la ilustración que al comic) y la patética www. En 1999, los onanistas del mundo le dieron la bienvenida a La Metamorfosis de Lucius, en 2001 a la ya absolutamente insostenible cuarta entrega de El Click y en 2002 a Piranesi: El Planeta Prisión, donde la ciencia-ficción y el erotismo se combinan con resultados casi aceptables.

Con el correr de los años y de las entrevistas, Manara desarrolló toda una teoría del erotismo, un verdadero marco intelectual en el que dibujar historietas para que los pibes se toquen (y comprar historietas para tocarse) adquieren una cierta chapa y hasta un cierto valor cultural. Un chamuyo maravilloso y conmovedor, excepto para los que queremos leer buenas historietas. Por suerte las hay, aunque haya que buscarlas en la otra vertiente de este autor.

numeros-F30-591-45-7085) LA OTRA MITAD

Volvamos un toque a 1984, el año en que Manara, un poco cansado, se dedica a la realización de historias cortas, que aquí se publicaron como Cuentos Fantásticos. Esta es la época en que el autor, ya millonario, se pone como límite dibujar una página cada dos días, luego de varios años de dibujar hasta tres páginas por día.

En 1986 se da otro inmenso lujo: dibuja un guión de su ídolo, Hugo Pratt, la novela gráfica Verano Indio (Tutto ricominció con un´estate indiana), ambientada en los tiempos de los colonos británicos en lo que hoy es EEUU. Pratt le brinda generosamente su abultada documentación, Cettina Novelli y Laura Battaglia colorean como los dioses, y Manara pone toda la carne al asador para un trabajo monumental. Tal vez demasiada carne, ya que la crítica no le perdonó a Pratt haber “manarizado” su estilo paar incluir algunas escenas de elevado voltaje erótico, sin las cuales -convengamos- el álbum no habría vendido lo que vendió.

 

Milo+manara+en+los+muertevideanos+(3)La siguiente obra relevante de Manara es la tercera saga de Giuseppe Bergman, conocida como Tal vez Soñar (1989), o Las Aventuras Orientales. Aquí la ambientación elegida es la región de India, Pakistán y Nepal, a donde Manara viaja para documentarse. El resultado está un poquito por debajo de las sagas anteriores, pero el dibujo (que acá llega a la síntesis más perfecta) justifica cualquier cosa. Manara aseguró en su momento que G.B. no reaparecería luego de esta historia, pero no cumplió.

En 1990 se da a conocer Viaggio a Túlum (Viaje a Tulum), la extraña (por momentos indescifrable) colaboración entre Manara y otro de sus ídolos, el cineasta Federico Fellini. Se dice que Fellini necesitaba dinero para sus películas y que un comic firmado junto a Manara era garantía de buena facturación. Por eso en 1992 la dupla se reunió para El Viaje de G. Mastorna (basado en un guión de los ‘60, jamás llevado al cine), un proyecto incluso más enrevesado que el anterior y que terminó por ser la última obra en la carrera del director.

 

Manara_Elgaucho_01Algo similar sucede con El Gaucho, que termina por ser el último trabajo de Hugo Pratt que se llega a editar antes de su muerte. El Gaucho es la adaptación al comic (insuficiente en un montón de aspectos) de Vientos de Tierras Lejanas, una novela escrita por Pratt, que narra con rigor histórico y documental una historia ambientada en la Buenos Aires de las invasiones inglesas. Pratt y Manara inician y suspenden la realización de esta obra varias veces entre 1991 y 1994, hasta que Pratt se da cuenta de que se va a morir pronto y le dice al dibujante “Metele, pibe, que la quiero ver terminada antes de palmar”. Manara pisa el acelerador y, sobre el final, la calidad se resiente un poco. Igual es un hito.

En el medio de este baile, Manara acepta realizar 20 ilustraciones basadas en Fuego en las Entrañas, un cuento del cineasta español Pedro Almodóvar. Esto lo hace entrar en conflicto con Javier Mariscal, quien ya habia realizado una adaptación al comic de ese mismo relato de Almodóvar, a principios de los ‘80.

bd-les-aventures-urbaines-de-giuseppe-bergman-tome-1-revoir-les-etoilesEn 1998, aparece Revoir les Étoiles, también conocida como Camino Oculto, o Las Aventuras Urbanas de Giuseppe Bergman… y sí, el personaje que no iba a volver, vuelve, esta vez en una saga que sorprende con un tratamiento gráfico majestuoso, y que nos lleva en un vértigo digno de Lewis Carroll hacia un hermoso homenaje a los maestros de las artes plásticas a los que Manara venera… hasta que al final derrapa hacia un tributo a los amigos muertos de Milo (Pratt, Pazienza y Fellini) que no tiene demasiado sentido ni aporta nada al núcleo de la trama.

Nos queda por delante una tercera entrega, así que muy pronto habrá más Milo Manara.

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