Hora de revisitar el más que satisfactorio debut como director de Hiromasa Yonebayashi, y un gran aporte a la filmografía del estudio.

Planeta Ghibli (parte 30)

30/01/2016

| Por Andrea Vega

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arriettyAdaptar The Borrowers de Mary Norton había sido un anhelo de Miyazaki durante décadas, aunque cuando el proyecto finalmente se concretó el trabajo de dirigirla recayó en Hiromasa Yonebayashi, un veterano animador de Ghibli.

 Karigurashi no Arrietty (2010) se centra en una familia de gente pequeña que vive bajo el suelo de una casa de campo, ocasionalmente tomando prestadas cosas que los humanos no extrañarán, como broches, botones, o terrones de azúcar. Aunque son muy precavidos en cuanto a dejarse ver por los humanos, historias acerca de su existencia han pasado por generaciones entre los dueños de casa. Un día, un chico apático y enfermizo llamado Sho llega a la casa de campo de su tía para descansar antes de una operación al corazón, y Arriety accidentalmente se deja ver por él en su primera incursión por el mundo de los humanos, poniendo a su familia en peligro. Mientras sus padres debaten la posibilidad de dejar su confortable casa para salir a lo desconocido en busca de un nuevo hogar, Arriety trata de enmendar su error, complicando aún más las cosas.

Una de los aspectos más logrados de la película es la creación del contexto en el que se desarrolla la historia, combinando perfectamente el rico arte visual con una maravillosa banda de sonido de inspiración celta, compuesta por la artista francesa Cécile Corbel. La secuencia inicial comienza en las superpobladas calles de Tokio, pasa por una calle poco transitada, y llega hasta un camino de tierra que conduce a una casa de campo. La casa, decorada con gran estilo y repleta de muebles pesados y antiguos, es un lugar tranquilo, casi escondido entre la vegetación, y perfecto para alguien que necesita relajarse. Pero todavía mejor que eso es el mundo que la gente pequeña ha creado para sí misma, una recreación a pequeña escala del mundo de los humanos con detalles muy cuidados; cuando sirven té, por ejemplo, no se ve un líquido que fluye continuamente, sino algo más espeso, que se junta en una gran gota que cae en la taza.

karigurashi-no-arrietty-2010-jap-dvdrip-xvid-ac3-horizon-artsubs-avi_snapshot_00-58-01_2011-08-17_23-37-44El uso efectivo del sonido y la sensación de espacio y amplitud en las diferentes tomas ayudan a comprender lo intimidante que es el mundo de los humanos para Arriety y su familia; los insectos, los pájaros, y hasta el plácido gato de la familia son amenazas reales para ellos. Incluso Sho, un chico frágil e inofensivo entre los humanos, es prácticamente un monstruo visto desde la perspectiva de Arriety, con el poder de hacerle daño a pesar de que nunca es ésa su intención. Sus buenas intenciones y sus manos grandes y torpes le provocan a la gente pequeña tantos sobresaltos como el ama de llaves que quiere atraparlos vivos; un ejemplo de esto es la escena en la que el bienintencionado chico destroza la diminuta cocina para reemplazarla por la hermosa cocina de la casa de muñecas, provocándole a la mamá de Arriety una crisis de nervios.

arretty-joaquin-2Esa dualidad con la que se presenta el mundo que conocemos y las personas que lo habitan es crucial para construir la relación entre Arriety y Sho, que es el hilo conductor de la película. Queda claro que no es un romance y que no terminarán juntos y felices, y ambos cometen torpezas en sus intentos por ayudar. Pero aunque probablemente no te conectes emocionalmente con los personajes con la misma facilidad que en otras producciones de Ghibli, no es difícil ver lo importante que es la presencia de Arriety para un chico apático que, por su enfermedad, probablemente nunca vivió nada emocionante ni tuvo la oportunidad de ayudar a alguien. En ese sentido, Arriety lo inspira a apreciar el mundo que lo rodea.

De entre el resto del elenco, lo más cercano a un villano es el ama de llaves, Haru, que intenta atrapar a la gente pequeña simplemente para probar que existen. El personaje más flojo es la madre de Arriety, restringida a un rol arcaico; es probable que gran parte del problema sea que el material de origen haya sido escrito en los años ´50, pero definitivamente hubiese estado bueno verla salir de la casa, hablar de otro tema que no tenga que ver con la cocina, o mejor aún, tener una conversación significativa con su hija.

15055El final puede parecer demasiado abierto para el gusto de algunos, dando la sensación de que éste es solamente un capítulo en la vida de los personajes. Hilando fino, quizás el único problema real de la película es la dificultad de conectarnos íntimamente con los personajes, lo que permitiría comprender sus acciones y dejar de ser meros observadores de los hechos para meternos más en la historia. La observación de cómo las piezas van encajando entre sí funciona de maravilla para algunos segmentos, pero les quita emoción a otros, evitando que haya un climax. Pero aunque es un defecto a tener en cuenta, en realidad no es tan grave como para afectar la calidad general de la película. Éste puede considerarse un debut más que satisfactorio para un director primerizo, y un gran aporte a la filmografía del estudio.

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