No me tiembla el pulso para arrancar con una afirmación atrevida: estamos ante uno de los mejores comics de la década, sino el mejor. Y esta es una afirmación difícil de hacer a la ligera, porque cuesta mucho ser contemporáneo a una obra maestra, porque en muchos casos ese reconocimiento está basado más allá de la calidad de la misma, en como se sostiene en el tiempo y sigue relevante muchísimos años después de su salida. Convengamos que de cosas muy populares e incluso de excelente calidad estamos rodeados, pero no siempre las mismas perduran y en pocos años naufragan en el océano de oferta de entretenimiento con el que nos bombardean a diario.

Entonces, es muy difícil afirmar que Saga va a perdurar, y que 20 años después de su finalización vamos a seguir recomendándola o, si vamos un poco más allá, va a seguir siendo relevante. Pero me tengo fe y estoy dispuesto a decirlo, y si el paso del tiempo demuestra que estoy equivocado, pueden venir a visitarme al geriátrico y tirarme con esta nota por la cabeza (que ahora que lo pienso se publica en digital, por lo cual mejor no, porque que me revoleen con una tablet puede ser doloroso).
Pero empecemos por el principio, el guionista Brian K. Vaughn terminó Ex Machina en 2010 y se fue a laburar full time en cine y TV, donde escribió para Lost y ayudo a en la creación de Under The Dome. Pero los comics parecían llamarlo, y se puso a buscar la idea que lo trajera de vuelta, según el mismo cuenta: “Creo que cuando terminó Ex Machina me empecé a volver loco. Mi esposa Ruth me decía "por favor ponete a escribir una serie mensual, porque estás insoportable. Para mí, la entrega mensual ya era el estado por default. Extrañaba los comics mensuales y quería que volvieran a ser parte de mi vida. Pensaba que faltaban años para que se me ocurriera una idea que me gustara tanto como Y the Last Man, o Ex Machina o Runaways. Pero tenía hijos y quería escribir sobre eso. A partir de ahí, todo se dio muy rápido".Pero el autor se dio cuenta que no había nada más aburrido que escuchar historias sobre los hijos de otra persona, y por lo tanto con eso solo no alcanzaba. Lo que tenía ganas de contar necesitaba estar dentro de una historia más atrapante, que fuera el gancho para en realidad decir lo que quería.

Fue entonces que se le ocurrió el marco perfecto para la historia: “El universo en el que transcurre Saga es un mundo copado de ciencia ficción, fantasía, space opera, que me empecé a imaginar cuando era chico. Nunca pensé que iba a contar una historia ambientada en ese mundo, pero después me di cuenta de que se puede contar una historia al estilo Rosencrantz y Guildenstern solo con dos padres que son algo así como personajes menores en una guerra épica, mucho más grande".Con esto definido, faltaba encontrar el dibujante y la respuesta llego de la mano de la artista Canadiense Fiona Staples, que fue recomendada al guionista por su colega Steve Niles, que había trabajado con ella en Mystery Society. Y es de esta unión que la serie sale fortalecida, porque si bien los guiones de Vaughn son muy buenos, es sin dudas el dibujo de Staples el que le da el marco perfecto. La artista genera personajes muy expresivos (incluso cuando carecen de rasgos faciales como los robots) y unos entornos maravillosos, que hacen que todo se vea alienígena, pero a su vez demasiado cercano.
Y ahí creo que di en el clavo con el punto más fuerte de la serie (y no es que estoy inventando la pólvora ni mucho menos): usar la excusa de la space opera, para mostrarnos una realidad que no se aleja demasiado de la nuestra, con muchos conflictos demasiado parecidos a pesar de que se trate de alados, cornudos, hombres-pez o robots. Ya vamos a volver sobre este punto, pero no quería dejar pasar esta introducción sin dejar en claro que lo magistral de Saga está en narrar historias fuertemente humanas, a pesar de que ninguno de los personajes califica como tal.

¿ROMEO Y JULIETA EN EL ESPACIO?
Cualquiera que te quiere recomendar la serie, incluso la promoción oficial, juega con el concepto de Romeo y Julieta en el espacio, ¿pero es tan así?
Yo creo que no, porque si bien tenemos el tema central de la pareja enamorada que pertenece a dos bandos enfrentados, acá son dos adultos y no adolescentes; e incluso más importante, en lugar de suicidarse, deciden garchar como conejos y terminan por tener una hija, que sirve como punto de partida. Y ahí ,como dice el propio autor: “A mí me parece que en casi todas las ficciones ahí es donde la historia termina. Los libros o las películas tartan acerca de la formación de la pareja heterosexual y seguramente al final te dicen "ella está embarazada", o en la última escena nace un bebé- Nunca es el principio de la historia. Así que dije "ahí es donde quiero empezar yo". Me pareció realmente interesante hablar acerca de padres primerizos.”

Entonces, de Romeo y Julieta muy poco, salvo el tema de los bandos enfrentados y hasta por ahí nomás, porque acá no hablamos de la disputa entre familias. Acá hablamos de una guerra milenaria entre “alados” y “cornudos” y cómo la unión de Marko y Alana (nuestros protagonistas) puede traer un desequilibrio absoluto si es descubierta. Pero sería adentrarse ya en un análisis y me parece que falta demasiado contexto. En la próxima entrega, vamos a tratar -sin quemar demasiado- contar un poco con qué no vamos a encontrar en las páginas de Saga.
(El lunes, la segunda parte)


