¿SHANG-QUIÉN?
A todo esto, ¿quién es Shang-Chi?
Hasta ahora, solo sabemos que es chino, hijo de Fu Manchu y prácticamente invencible gracias a su habilidad para todo tipo de artes marciales. Para cuando se inician sus aventuras en los comics, Shang tiene 17 o 18 años y ya es (gracias a un durísimo entrenamiento físico y mental conducido por su padre y los secuaces de su padre) una máquina de matar, de tremenda efectividad. Maneja a la perfección nunchakus, puñales, espadas, frena cuchillos en el aire y, si bien no esquiva balas al estilo The Matrix, su agilidad es comparable a la de algunos héroes con superpoderes. No hay secreto de las artes marciales que Shang-Chi no conozca, y a la hora del combate los utiliza todos.
Pero, en contraposición con todo esto, estamos hablando de un muchacho pacífico, que recurre a la violencia solo cuando no encuentra otra salida, que vive la vida de un aventurero siempre al límite con estoicismo, sin disfrutarla en lo más mínimo. Su pasión tiene más que ver con la paz y el equilibrio que asociamos a la filosofía oriental que con las emociones que asociamos con los super-espías y los super-villanos. También, como todo pibe que está solo, Shang-Chi desarrolla fuertes vínculos de solidaridad y lealtad para con sus compañeros, por los que no tendrá ningún reparo en jugarse la vida una y otra vez.
Shang-Chi además tímido, porque creció en esa burbuja que era el refugio de Fu Manchu en Honan, China. De hecho, su primer contacto con el mundo «real» es esa misión en la que asesina al Dr. Petrie por pedido de su diabólico padre, convencido de que el doctor era un villano temible. Pero detrás de ese muchacho introvertido e ingenuo, va a surgir un tigre, un tipo de un coraje apabullante y de convicciones inquebrantables, que va a hacer lo indecible para ponerle fin al reinado criminal de Fu Manchu.
Por supuesto que, en tantos años de aventuras, lo vamos a ver sobrevivir a cosas imposibles, a las que ningún ser humano sin superpoderes podría sobrevivir (heridas, caídas, explosiones, envenenamientos, etc.), pero la gracia del personaje durante muchos años residió en eso: en que ese pibe que protagonizaba combates extremos para impedir que su padre dominara al mundo o cometiera un genocidio, en realidad era un humano normal, un muchacho humilde y tranquilo que lo único que quería era que lo dejaran en paz, para irse a pescar a una aldea ignota en el sudeste de China.
JUEGO DE MANOS
¿Por qué baja el nivel Jim Starlin en la revista de Master of Kung Fu? Yo creo que porque empieza a aceptar muchos encargos. A principios de 1974, gracias al éxito de MOKF, Marvel suma una nueva cabecera a su línea de revistas en blanco y negro: The Deadly Hands of Kung Fu. Se trata de una publicación bimestral, a 75 centavos (contra los 25 que costaban los comic books a todo color) y con muchas páginas. En cada número había varias historietas, y también artículos acerca de la vida y las películas de Bruce Lee, acerca de David Carradine, acerca de torneos de artes marciales, e incluso acerca de técnicas de combate para aplicar en las distintas disciplinas. Varios de estos artículos los escribían Don Mcgregor, el dibujante Frank McLaughlin y Denny O´Neil, que eran los que más clara la tenían en materia de artes marciales en la Marvel de los ´70. Y además estos incluían muchísimas fotografías, reproducidas a gran tamaño, como para atraer a los fans del kung fu que por ahí no se entusiasmaban tanto con las historietas.
En este rubro, Shang-Chi se convirtió en el protagonista indiscutido de los primeros años de la revista. En el nº1, Steve Englehart y Starlin presentaron en Deadly Hands una aventura que podría haber aparecido tranquilamente en el comic book, y ya para el nº2 el guionista empieza a trabajar con otros dibujantes en el magazine, y a contar historias mucho más autoconclusivas, menos vinculadas a la trama central de la serie a color que (como ya podemos intuir) se centraba en el conflicto entre Fu Manchu y sus enemigos, entre los que ahora se destacaba su propio hijo. En el nº2 además incluye la reedición en magnífico blanco y negro de la historieta de Marvel Special Edition nº15, la primera aparición de nuestro héroe, que se había publicado a todo color apenas unos pocos meses antes.
También en 1974 se publica The Deadly Hands of Kung Fu Album Edition, un impresionante especial en blanco y negro con 84 páginas, un montón de artículos (entre ellos uno centrado en la obra de Sax Rohmer y en las novelas y películas en las que Fu Manchu tiene roles destacados) y una historieta extensa, dividida en tres capítulos. Uno lo protagoniza Shang-Chi, otro Iron Fist y el tercero los Sons of the Tiger, un trío de karatecas que Gerry Conway y Dick Giordano habían creado para el nº1 de Deadly Hands. El villano es Fu Manchu y entre los guionistas que participan están Tony Isabella, Chris Claremont y un nombre a tener muy presente: Doug Moench.
La revista va a llegar hasta el nº33 (de 1977) y con el correr de los números van a ganar espacio en sus páginas Iron Fist y los Sons of the Tiger. También van a protagonizar sus propias aventuras Misty Knight y Coleen Wing, las amigas de Iron Fist conocidas como Daughters of the Dragon. Cada tanto, también habrá historias autoconclusivas, sin personajes recurrentes, siempre vinculadas al mundo de los samurais, los ninjas y demás guerreros de Oriente. Hasta el nº18 inclusive, Shang-Chi va a tener siempre sus aventuras inéditas, contra enemigos que poco tienen que ver con Fu Manchu, y el principal guionista de estas historietas va a ser el ya mencionado Doug Moench, acompañado en la mayoría de los casos por el glorioso dibujante filipino Rudy Nebres. Después, el héroe chino le dejará el espacio a los otros personajes y regresará en los nºs 29 y 31, a revolear patadas en aventuras compartidas con algunos de ellos. También dejarán su huella en esta colección Chris Claremont, Bill Mantlo, Denny O´Neil y unos cuantos dibujantes de gran nivel, tanto filipinos como norteamericanos.
Los números más recordados de Deadly Hands son el nº28 (donde las historietas abandonan a los héroes de Marvel para contarnos la vida de Bruce Lee), el nº5, por tratarse del primer trabajo profesional de George Pérez, y el nº3 (publicado a mediados de 1974) donde colaboran por primera vez en una historieta Doug Moench y Paul Gulacy, la dupla que llevará a su cénit a Shang-Chi.
Pero eso es en la otra revista, y lo vamos a ver en la próxima entrega.


