¡Crossover con los Outsiders! ¡Renuncian dos miembros clásicos! ¡Y ya está todo listo para que explote el Judas Contract!

Teen Titans (parte 24)

30/05/2023

| Por Fede Velasco

3 comentarios

El nº 37 de New Teen Titans nos trae el primer crossover del título, y como no podía ser de otra manera es con Batman and the Outsiders, lo que va a permitir dos cosas fundamentales: por un lado explicar que Terra y Geo Force son hermanos y por el otro zanjar de manera definitiva el conflicto de Dick sobre vivir a la sombra de Batman. La historia -que va a continuar en el nº 5 de Outsiders- gira en torno al secuestro de la Dra. Helga Jace por parte de los Fearsome Five, que regresan después de una temporadita en la cárcel. La Dra. Jace es la que le dio sus poderes a los Markov, y acá nos enteramos que también ayudó en su momento a Shimmer y Mammoth a lidiar con los suyos. Según parece, el hecho de que la doctora esté en peligro activa algún tipo de alarma en los trajes de Terra y su hermano, lo que hace que ambos grupos traten de rescatarla. Ahí se da el típico enfrentamiento pelotudo entre ambos bandos que no se reconocen entre sí, hasta que Tara y Brion se encuentran y todo queda aclarado.

El problema principal de este arco, es la cantidad de cosas que quedan sin resolver, porque se define todo muy rápido. Se supone que Tara va a los pedos a ver que la pasa a la Dra Jace, por miedo a que la mina abra la boca en referencia a su origen, y los Titans se den cuenta de que les mintió en muchas cosas. Es más, en un momento Changeling se sorprende al ver que los trajes de los hermanos son muy parecidos cuando Terra le dijo que se lo había cosido ella misma, cosa que queda en la nada. Cuando unos números después Gar la increpe al respecto, Tara pateará la pelota afuera sin decirle absolutamente nada. No sé, son cositas que hacen un poco de ruido. Buena parte de esta etapa gira en torno a que Terra trata de ganarse la confianza del equipo y que le revelen sus identidades, y estos episodios deberían levantar un montón de sospechas que no ocurren.

Lo más raro es que lo que no sucede en las páginas del comic no sucede. Es decir, los dos equipos laburan en conjunto, se mueven de New York a Gotham, están varios días rastreando a los villanos, etc. Y en todo ese tiempo ningún Titán, le pregunta nada sobre la hermana a Brion? Sobre todo cuando es la gran preocupación de Tara, al menos al principio de la historia, porque después también se olvida, y todo se limita a varios intercambios de trompadas con los villanos. Al final del día, lo importante es que Robin le demuestra a su mentor que está mucho más calificado que él para liderar un equipo, y que en los últimos años es mucho más el líder de los Titans que su sidekick y Batman tiene que aceptarlo.

El nº 38, es el clásico “Who is Donna Troy”, que en lo personal considero uno de los mejores unitarios del comic de superhéroes en general. Es realmente una pieza brillante que emociona hasta las lágrimas y le da una profundidad tremenda a varios personajes. Podria despacharme en infinitas alabanzas y tratar de analizar su contenido, pero es todo tan lindo y perfectamente ejecutado que cualquier cosa que yo les cuente acá no le va a hacer justicia, por lo que les recomiendo que si nunca lo hicieron, vayan y lo lean. Muy sintéticamente, Donna no se quiere casar con Terry hasta no tener información sobre su pasado previo a ser rescatada del incendio por Wonder Woman y crecer con las amazonas. Entonces, su novio le pide ayuda al aprendiz del mejor detective del mundo para echar algo de luz en el asunto y el número gira en torno a toda la investigación de Robin para develar el pasado de su mejor amiga. Un detalle de color, es que esta es la última vez que Dick va a hacer una misión como Robin, ya que en el próximo número, si bien aparece con el traje, es sólo para renunciar a su identidad superheroica. Ya vamos a ello.

Alguien en DC lo llama a Marv Wolfman y le explica que la editorial quiere a Robin de nuevo con Batman y que vuelva a un look más juvenil. Pero la realidad es que desde ya hacía un par de años, el guionista venía desarrollando un montón al personaje, en una evoluciona que había ido mucho más allá de ser el simple compañerito del encapotado. Incluso se veía y comportaba como un muchacho de casi 20 años. Pero también era cierto, esto ya lo dijimos varias veces por acá, que en ese momento la serie de New Teen Titans vendía mucho mas que Batman, asi que Wolfman se la jugó y dijo: “¿Por qué no dejan que yo me quede con Dick Grayson y ustedes crean a un nuevo Robin para usar en la revista de Batman? Mientras tanto nosotros tenemos a Nightwing». Y contra todo pronóstico la editorial le dijo que sí.

Pensemos el contexto: es el año 1983 y no estamos hablando de un 4 de copas, sino de Robin, uno de los personajes mas emblemáticos de la editorial, que ya por entonces tenia más de 40 años sobre sus espaldas y de pronto deciden que renuncie a su identidad para que la agarre un pibe nuevo. La tarea de generar un reemplazo cayó en las manos de Gerry Conway primero y Doug Moench un poco más tarde, y ya sabemos cuál fue el triste destino del pobre de Jason Todd. Pero ¿a qué venía toda esta perorata? A que el 39 es el último número para dos personajes icónicos de DC que van a dejar su roles superheroicos al mismo tiempo: Robin y Kid Flash.

Después de un número muy tranquilo como fue el anterior, este arranca a todo culo, cuando los Titans allanan uno de los aguantaderos de Brother Blood, en una doble página espectacular que es de las mas icónicas de la colección. Esto va a desembocar en el arco principal de los próximos dos números, y además tenemos otra escena memorable entre Deathstroke y Terra que deja todo servido en bandeja para lo que va a venir: los Titans le van a revelar sus identidades secretas. El resto del episodio, como ya dije, gira en torno a dicha reunión en la que Kid Flash y Robin cuelgan sus máscaras. Wally de manera “definitiva” ya que quiere dedicarse a full a los estudios, al punto que les deja su anillo con el traje a los Titans para no poder volver a usarlo, y Dick sólo de manera temporal, hasta encontrar una nueva identidad superheroica que se adapte a su nuevo perfil, lejos de Batman.

Lo maravilloso de todo esto -que después se va a repetir en Judas Contract, y es algo de lo que los autores estaban bastante orgullosos- era la cero promoción que se hacía al respecto de este tipo de eventos. Ellos mismos se hacen cargo de que, de haberlo promocionado, habrían mejorado las ventas, pero su idea era sorprender al lector y eso no se consigue con trucos publicitarios. Y más lo pienso, más les doy la razón. Imaginemos por un segundo cómo podría haber sido la muerte de Superman y si un día, leyendo el nº 75 te enterabas que ese tal Doomsday posta mató a Superman. Sin cobertura de prensa durante meses, sin que se agoten las tiradas en minutos… hoy es algo impensable. En 1983, en cambio, Wolfman y Perez, no mataron a nadie (todavía) pero retiraron a uno de los personajes más longevos de la editorial sin grandes movidas publicitarias, y por el simple impulso de contar una buena historia. A veces extraño esas épocas.

Los nºs 40 y 41 son un arco contra Brother Blood que explora las consecuencias de lo que pasó al principio del número anterior y empieza a perfilar al villano como el próximo gran antagonista, ya que si bien los lectores todavía no lo sabían, Deathstroke ya estaba en retirada porque el próximo arco sería el broche de oro de su plan. En estos números Dick se infiltra en la secta haciéndose pasar por periodista, pero es descubierto por el villano y sometido a un lavado de cerebro que lo deja bajo su control, hasta el punto en el que trata de obligarlo a matar a sus amigos. En lo personal, la saga de Brother Blood no me copa demasiado y este par de numeritos están bastante cargados de acción para compensar un poco el ritmo de los últimos capítulos que habían estado mucho más centrados en el desarrollo de los personajes, que es el principal fuerte de la serie.

Algo que no quiere dejar de mencionar es que, justo a mitad de esta saga, el título cambia de nombre a Tales of The Teen Titans con el nº 41, para ir haciendo lugar a una nueva revista que debutaría en unos meses. Al final de ese episodio, nuevamente parece que Brother Blood está muerto, pero esta vez ni los Titans se la creen, y todo queda listo para que arranque la saga más emblemática del que, por entonces, era el título número 1 de DC.

3 respuestas a «Teen Titans (parte 24)»

  1. chuliverm

    Hace un tiempito, no mucho, intente leer judas contract pero me parecio muuuy lento o algo, no se como definirlo. A lo q se sumaba q lo leia en digital. El digital me la hace muy dificil xq no puedo ver la pagina completa (salvo q abra y todp eso), y eso me hace perder mucho cuando queres ver la pagina y despues leer. Voy a tratr de darle otra oportunidad

  2. Nahuel2017

    Cuántos números gloriosos seguidos! Coincido a full sobre el 38 y el 39

  3. Coincido con el número 38, yo me acuerdo que, cuando lo leí por primera vez, me voló la cabeza, una joya. Sobre lo de Dick y Wally, ahí falla más DC en no armar una buena promoción, vaya uno a saber porque, pero no era necesario spoilear quien se retiraba, o quien cambiaba de identidad, para realizar una buena campaña publicitaria, faltó voluntad, o no se ….

Deja una respuesta

Compartir:

Etiquetas: , , ,

Dejanos tus comentarios:

3 comentarios