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NOTAS

Major Bummer

John Arcudi y Doug Mahnke se van de Dark Horse a DC para brindarnos una sátira al género de los superhéroes que hoy es casi un clásico de culto.
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Viernes 26 de diciembre, 2025

En la industria del comic norteamericano existen esos equipos creativos establecidos que se reúnen repetidas veces a realizar varios proyectos, como es el caso de John Ostrander y Timothy Truman en múltiples historias de Grimjack y otros proyectos, o de Grant Morrison y Frank Quitely (We3, All-Star Superman, etc, etc). En este sentido, un equipo que acostumbra a colaborar frecuentemente (o lo hacía, en otras épocas) es el de John Arcudi y Doug Mahnke. Notablemente, trabajaron mucho juntos en Dark Horse, especialmente en “The Mask” (serie de la que todavía no hablé en esta sección), por lo que ya eran viejos conocidos cuando se reunieron para crear conjuntamente la serie de la que voy a hablar en esta oportunidad.

Major Bummer es la creación del guionista John Arcudi y el dibujante Doug Mahnke, tal como mencioné antes, y ambos realizaron la totalidad de los 15 números que llegó a tener la serie, que salió entre Agosto de 1997 y Octubre de 1998, según las fechas de tapa, que (como bien sabemos) no necesariamente reflejan la salida del comic a la calle,.

El título del comic hace referencia a su protagonista, aunque en ningún momento se lo llama o se hace llamar a si mismo de esa manera. A la vez, y dada la naturaleza humorística y satírica de la serie, se podría tomar “Major Bummer” con un doble sentido, ya que por un lado hace un juego con el acostumbrado tropo de asignar un rango militar al nombre del héroe protagónico (que generalmente suelen ser “capitanes”, como Captain America, Captain Atom, Captain Comet), y la expresión “major bummer” para referirse a una situación/hecho/persona/etc. terriblemente embolante.

Por otra parte, el título también apunta a la personalidad del protagonista, Lou Martin, un joven de 19 años que adquiere poderes al recibir un paquete enviado por error a su domicilio (ya que debía llegar al domicilio de otro personaje, llamado Martin Louis, un estudiante de derecho y filántropo) por un par de estudiantes universitarios alienígenas que estaban realizando un proyecto para poder graduarse. Este consistía en estudiar a la cultura superheroica de los humanos, por lo que orquestan que un humano reciba superpoderes y asuma su rol como héroe. Desgraciadamente, Lou es de todo menos heroico o altruista, y es de hecho (aún con los poderes) holgazán y cobarde. A la par de Lou, otros personajes tan diversos y poco propensos al heroísmo como el propio Lou, también reciben sus respectivos paquetes, por lo que no tardan en formarse el grupo de héroes y sus correspondientes villanos.

Tanto Arcudi como Mahnke hacen un muy buen trabajo en este título, que por ese entonces pasó muy por debajo del radar, pero que con el tiempo se ha convertido en una de esas joyitas bien recordadas de fines de los ´90. Tal vez hasta se la podría considerar un clásico de culto.

Las historias de Arcudi tocan varios de los tropos y clichés clásicos de los superhéroes, pero desde la óptica humorística de un grupo de personajes ineptos, inadecuados y completamente perdidos en la forma de enfrentar cada crisis y problema que surge. Estos son completamente forzados, como resultado de los planes torpemente trazados por un par de estudiantes alienígenas, responsables tanto de los poderes que los protagonistas (y sus eventuales enemigos) reciben, como del hecho de constantemente se enfrenten. La idea de los alienígenas que otorgan poderes a los personajes recuerda un poco (y no me extrañaría que fuera intencional) al origen de Animal Man o incluso al de Nexus, con la salvedad que en los casos de Buddy y Horatio, los aliens sabían perfectamente lo que estaban haciendo.

Aún más notable si cabe, es el trabajo de Mahnke. Es bien sabido que los dibujantes de superhéroes acostumbran a dibujar spandex y trajes ajustados (básicamente, bodypainting) por lo que a muchos se les dificulta retratar a personajes en ropa normal de calle. Salvo un par de excepciones, la gran mayoría de los personajes de este título van vestidos con ropa de todos los días, e incluso cambian de ropa de un número al siguiente, como en la vida real. Mahnke mismo ha explicado que al momento de crear la serie, estaba muy desconectado de la forma en que se vestían los adolescentes de la época, por lo que pasó varias horas visitando shoppings y lugares de reunión, donde tomaba apuntes de los chicos y chicas que pasaban, para tener una referencia de la moda juvenil de la época. Eso queda muy bien reflejado después en el comic, ya que cada personaje tiene su propio estilo y personalidad, y se deja ver claramente en el diseño de cada uno, lo que habla de lo profundo y detallado del trabajo de diseño visual realizado por el dibujante. Todo esto sumado a la estética propia del trazo de Mahnke, que combina a la perfección lo grotesco con lo humorístico, y resulta perfectamente ideal para un comic como este (o incluso en The Mask, donde trabajaron juntos estos dos creativos anteriormente).

Lamentablemente, la serie se canceló en el nº 15, según palabras del propio Peter Tomasi, editor del título, en el cierre del correo del lectores (todavía había correo de lectores impreso en esa época) “por bajas ventas”. Lo cierto es que se trataba de un título de autor, que no formaba parte del Universo DC y no había estrellas invitadas, ni tie-ins ni crossovers, por lo que no recibió suficiente promoción por parte de la editorial. Pero DC raramente ha apoyado proyectos de autor que no formaran parte de su universo.

Existe un TPB publicado en 2011 por Dark Horse titulado “The Complete Major Bummer Superslacktacular TPB”, pero no sé qué tan fácil de conseguir sea actualmente. Los issues de vez en cuando y con un poco de suerte, se pueden ver dando vueltas por ahí.