Hoy en día todos conocemos a Jhonen Vasquez por su creación “Invader Zim”, de la que hubo una serie de televisión emitida por Nickelodeon, una serie de comics publicada por Oni Press, y un largometraje que se puede ver actualmente en Netflix.
Pero antes de Invader Zim, la obra que puso a Jhonen Vasquez en el mapa de los caricaturistas e historietistas más reconocidos, fue “Johnny the homicidal maniac”, publicada en la segunda mitad de la década del ´90, y donde ya hacía gala de su particular estilo, sentido del humor muy oscuro, y un ritmo frenético y explosivo.
Vasquez comenzó a hacer historias sobre el protagonista de este comic durante sus años en el secundario, en el periódico de la escuela, y mucho del contenido de aquellos comics rudimentarios de su adolescencia fueron luego retomados y re-hechos para la edición que se publicó luego a través de la editorial independiente Slave Labor Graphics (la misma que publicó orignalmente Madman, antes de saltar a Dark Horse e Image), donde salió en formato comic book desde Agosto de 1995 hasta Enero de 1997, para totalizar apenas 7 números.
Cada número de “Johnny the homicidal maniac”, trae varias historias que componen una suerte de mundo integral, todos relacionados de distinta manera con Johnny (“Nny”, como prefiere que lo llamen). La historia principal, es la de la serie que presta su título al comic, y el protagonista de la misma es precisamente lo que dice el título, un asesino maníaco, que mata compulsivamente de maneras muy violentas y creativas, de formas que recuerdan mucho a los slashers del cine de terror de los ´80 y ´90.
Todo esto acentuado con las líneas angulosas que forman los cuerpos de los personajes que son poco más que dibujos de palitos, con el agregado de algunos detalles de ropa, en contraste con las cabezas enormes con rostros muy caricaturescos y las expresiones que van de sútiles a completamente extremas. Junto a las historias de Nny, en cada número vienen también historias protagonizadas por otros personajes de Vasquez, como “Wobbly headed Bob”, “Happy noodle boy” (que en las historias de Nny, es un personaje que el propio Nny dibuja, lo que lo hace un comic dentro de un comic), y “Meanwhile” (protagonizado por otros personajes de la ciudad, algunos de los cuales se llegan a cruzar con Nny).
No pudo haberse publicado en una mejor época este comic, ya que fue durante los ´90 que se amplió muchísimo el rango de estilos y temáticas que se empezaron a publicar y tener cada vez mayor cabida en el mainstream, con lo que se enriqueció mucho la escena comiquera. Antes de los ´90 estaban muy instalados los estilos artísticos más clásicos y convencionales a los que nos habían acostumbrado por años autores como John Buscema, Neal Adams, Alex Toth, etc. Gente como Jack Kirby eran extrañezas, y aunque tenían fandoms importantes, eran (y siguen siendo) para muchos, un gusto adquirido.
En este contexto es inevitable hacer ciertas comparaciones. Un título del que hablé hace algunos años (parece mentira que ya llevo AÑOS en esta sección, y todavía sigo teniendo temas), es Ghost Rider. Ghost Rider es un personaje cuya versión original se publicó en los ´70 y estaba inspirado más que nada en los artistas circenses que saltaban filas de autos con la moto, al estilo de Evel Knievel. Fue en los ´90 que le dieron el giro de personaje ultraviolento a la par que adoptaba en su diseño elementos del heavy metal. Vasquez hace algo muy similar con Johnny the homicidal maniac, pero llega mucho más lejos que Ghost Rider, que a fin de cuentas, al ser un personaje de Marvel, no deja de ser una propiedad corporativa, y por lo tanto mucho más restringida en cuanto a sus contenidos.
Mientras que Ghost Rider no tarda mucho en convertirse en un personaje que integraría supergrupos y tendría team-ups con Wolverine, Punisher o X-Men, en el caso de “Johnny the homicidal maniac”, el tono de las historias se mantiene fiel a su planteo inicial, a lo largo de los 7 números que componen la serie, y llega a un mayor nivel de gore y salvajismo que el mencionado personaje de Marvel Comics. También tenemos un personaje diseñado conforme a las sensibilidades estéticas de un movimiento subcultural, que en este caso no sería el heavy metal, sino el gótico. Hay muchas referencias visuales a la moda y comportamientos de los góticos de la época, a quienes Vasquez satiriza a través de Nny y sus víctimas.
A lo largo de los siete números de la serie, se exploran las motivaciones de Nny para hacer lo que hace desde el ángulo psicológico, social, y cultural, y básicamente, Nny reacciona violentamente ante todas las cosas que por entonces molestaban o indignaban a la juventud de esa época. En cierta forma, es una representación caricaturesca muy extrema de alguien que reúne todas las características negativas asociadas con la incapacidad de adaptarse.
Ver al protagonista sentirse afectado por cada pequeña actitud horrible de la sociedad, y reaccionar violentamente frente a todo, de alguna manera refleja los deseos más ocultos de cada persona que alguna vez le deseó el mal a alguno que lo tomó de punto o habló mal a sus espaldas. Entonces vemos que Nny mata a gente no solo por ser bullies, sino incluso por ser desagradecidos, o criticones, o gritones, o por reírse fuerte, o por hacer ruido al comer, por arrastrar los pies al caminar, etc.
Para acentuar aún más la locura del personaje, Vasquez lo acompaña con un elenco de secundarios que incluyen a sus “compañeros de habitación”… dos muñecos de gomaespuma, y un conejo muerto clavado a la pared, y a todos ellos, los imagina hablándole. No solo eso, sino que de alguna forma, hacen las veces de “la voz de la conciencia” para Nny, como si en ellos proyectara sus propia conciencia debatiéndose sobre todos sus conflictos.
Todo este comic tiene miles de elementos para ser considerado de los más violentos de su época, y sin embargo, jamás deja de estar presente el costado humorístico, incluso hasta en los pasajes filosóficos, sin dejar de ser completamente retorcido, por el nivel de violencia y el propio estilo artístico que acompaña perfectamente el ánimo de las historias.
Salieron dos spin-offs posteriores a la publicación de “Johnny the homicidal maniac”. Uno fue “Squee!”, una mini-serie de cuatro números protagonizada por Todd, un niño al que Nny visita en la primera historia del primer número, y que tiene un par de apariciones más en la serie. Nny se hace amigo de este niño, al que llama “Squee”, por el sonido que emite Todd al asustarse cuando Nny se mete de pronto en su cuarto. El otro es “I feel sick” de solo dos números, protagonizado por Devi, una chica con la que Nny tuvo una única salida, y que logró escapar de él cuando intentó matarla.
Hubo varias ediciones recopilatorias de “Johnny the homicidal maniac”, tanto en formato TPB como en tapa dura, y la que todavía se puede conseguir es “Johnny the homicidal maniac Director’s cut”, que además de los siete números trae mucho material adicional, incluso historias del periódico que se publicaba en el secundario al que asistió Jhonen Vasquez en su adolescencia.


