Voy a comenzar esta entrada comentando que los Dingbats of Danger Street son un grupo de pibes kilomberos muy peculiares creados por el maestro Jack Kirby, un dato relevante del comic que elegí este mes pero que palidece ante la mención de que tuvieron su primera aparición en la colección de culto «1st Issue Special», específicamente en el sexto número de la misma, el cual estuvo en la calle en Septiembre de un lejano ya 1975.
¿Y qué carajo era la 1st Issue Special? Bueno, una genialidad craneada por Carmine Infantino luego de observar que los números uno de cada colección que salía vendían significativamente más que los números subsecuentes. Entonces supuso que la solución era sacar una serie regular con un estilo similar a laSshowcase (o sea, una antología que sirviera como puerta de presentación de muchos personajes) pero que solamente tuviera «números unos». Es así como durante 1975 y 1976 se utiliza esta colección para presentar a Atlas The Great en el primer número, al Warlord de Mike Grell en el nº 8, a Mark Shaw y la sociedad de los Manhunters en el nº 5, y también se usa para recuperar al Creeper (Jack Ryder) de Steve Ditko, para presentar a un nuevo Starman que décadas después utilizaría James Robinson para dar inicio a una gloriosa etapa del personaje, para reunir de nuevo a los creadores de Metamorpho -Bob Haney y Ramona Fradon-, para que nos entreguen una nueva aventura de él en el tercer número de la serie, e incluso se usó para recuperar al Dr. Fate de Gardner Fox.
Durante los 13 números que componen la primera etapa de este título, también se presentó a una heroína creada por Robert Kanigher y John Rosenberger llamada Lady Cop, un sicario conocido como «Code Name: Assassin» (fruto de la cabeza de Gerry Conway y los dibujos de Frank Redondo) y un equipo de introvertidos niños millonarios filántropos que combatían el crimen y respondía al nombre del «Green Team», salidos de la imaginación del legendario Joe Simon, el cual también se encarga de escribir a un equipo de frikis de circo que nada tienen que envidiarle a los New X-Men de Grant Morrison, los cuales son conocidos como los «Outsiders» y cuentan con dibujos de Jerry Grandenetti.
Por supuesto que si invertí todo este espacio para contarles aventuras y desventuras de esta serie regular de los ’70 es porque la misma es absolutamente relevante para el actual proyecto de Tom King, Danger Street. Tan relevante que los protagonistas de esta miniserie de curso actual son exactamente todos los personajes que acabo de enumerar. El foco principal de la serie se posa en dos grupos: por un lado la banda de los «Dingbats» que deambulan imprudentemente por la conocida danger street en una suerte de buggy descapotable (un cuatriciclo en el que extrañamente pueden entrar los cuatro niños) hasta que la Lady Cop los detiene y desiste de ponerles una multa con la condición de acompañarlos a las afueras de la ciudad para que utilicen el vehículo fuera de la zona urbana. Por otro lado, tres héroes que perdieron su rumbo, Starman, Warlord y Metamorpho, pretenden llevar adelante un plan tan imprudente como ambicioso: utilizar el casco del Dr. Fate para invocar un portal que traerá a la tierra al mismísimo Darkseid, lo cual les otorgará la oportunidad de poder capturarlo y entregarlo a la Justice League, y con eso pretenden ganarse un free-pass como miembros. Todo muy coherente y repleto de sentido común. Por supuesto, sale todo mal y no sólo no logran invocar al dictador de Apokolips sino que entre idas y vueltas, matan accidentalmente a uno de los Dingbats.
En paralelo a esto tenemos al Creeper, en su personalidad de Jack Ryder, quien se alinea con un grupo de jóvenes empresarios de dudosos escrúpulos -los «Green Team»- que manejan un multimedio con muchísima llegada al país. Con esta herramienta y su carisma, Ryder esparce el miedo en la población al dar a conocer la supuesta existencia de un grupo terrorista conocido como los Outsiders, los cuales están atacando objetivos civiles muy puntuales. Sin embargo, el lector sabe que en realidad esos ataques fueron perpetrados por un Manhunter que obedece fielmente las directivas del Grandmaster, el cual tiene como finalidad principal acabar con el «Green Team», y si no logra cumplir con su meta es pura y exclusivamente gracias a la labor de un misterioso y muy poderoso guardaespaldas que responde al nombre de Assassin. Y si te falta algo para ponerle color a este hermoso relato coral, sumemos entonces a Darkseid, Izaya, Metron y Orion. Listo, el último que cierre la puerta. Semejante cocoliche de personajes, todos bailando la misma canción, ¿tiene algún sentido o es solo una excusa barata del escritor para homenajear a un comic de culto que nadie recuerda y a nadie le importa?
Bueno, alguien podría opinar que en todo caso esta serie limitada es otra excusa de Tom King para hablarnos una vez más del poder de la hermandad para sanar viejas heridas, del duelo que comienza luego de la pérdida de un ser querido y el estrés post-traumático, de las víctimas casuales, la guerra, la sangre vertida en el campo de batalla y algunos cuantos tópicos más recurrentes y a esta altura quizás un poco remanidos. La misma persona podría opinar también que se repite otro patrón del autor: la historia y la narrativa se posicionan por encima de los personajes, como ciertamente le ha sucedido otras veces al autor (vease Heroes in Crisis, probablemente la peor historia que salió de su factoría), lo cual termina por desdibujar algunas relaciones y no le permite al lector identificarse con la aventura porque no reconoce a los protagonistas de la misma.
Me permito diferir de esta última opinión: creo que ninguna de estas cuestiones se verifica en este caso y existen muchos ejemplos para sostener mi postura, pero debería incurrir en spoilers innecesarios. Basta decir que personajes como Lady Cop o Non-Fat tienen una jerga muy particular y muchísima personalidad a la hora de expresarse y relacionarse con los otros, y eso es fácilmente verificable en los primeros números. Y sí, estoy de acuerdo en que por momentos reconocemos en algunos personajes situaciones límites que nos remiten a traumas y duelos, pero alrededor de esto hay un asesinato, un misterio, un caso que necesita una resolución, una conspiración, un desequilibrio de poder, dioses temerosos de que el fin de sus días estén cerca y una oficial de la Ley comprometida con las víctimas y dispuesta a ir contra todos los molinos que se le presenten, en plan Frances McDormand en Fargo, el clásico film de los hermanos Coen de 1996.
Los dibujos corren por cuenta del autor catalán Jorge Fornés, que ya acompañó a Tom King en la críptica miniserie Rorschach, la cual contaba con el color de Dave Stewart , quien repite la labor en Danger Street. Y si bien desde el lado del dibujo ambos trabajos son realmente espléndidos y da gusto tener estas obras en papel solo por eso, hay una distancia enorme entre un comic y otro. La narrativa en aquella magnífica Rorschach era muchísimo más pesada y densa, en el comic que me permito reseñar este mes se nota una clara evolución de todo el equipo a la hora de contra un thriller, y el interés levanta número a número porque la historia fluye naturalmente, sin pozos o caídas al abismo. King se toma el tiempo para contar la historia y presentar los personajes y cuando el conflicto se presenta, estamos más que metidos en la fiesta y queremos seguir bailando hasta el amanecer. Es probable que muchos, luego de leer la reseña, se apunten para conseguirla en tomos recopilatorios el año que viene… se van a perder el disfrute de seguir mes a mes de una de las mejores series del 2023. Después no digan que no les avisé.
2 respuestas a «Danger Street»
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Hola, Nahuel. Si, seguramente voy a cubrir antes de que termine el año algunos de esos títulos porque también me viene gustando mucho Dawn of DC, sobre todo la Unstoppable Doom Patrol de Dennis Curven. ¡Gracias por dejar un comentario! Me alegro que te haya gustado la nota.
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Muy buena nota, yo ni había registrado que existía esto, con DC estoy cebado con Dawn of DC, vas a cubrir alguno de esos títulos en algún momento? Doom Patrol y Shazam de Waid me parecen increíbles. Y la verdad me sorprende como por ahroa nada de lo que sacaron me disgusto, normalmente rescato unas cuantas series de cada movida de este tipo, pero jamás me habías pasadoo que me gustarán todas.
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