En 2006, Marvel Comics revolucionó su universo con «Civil War» (Guerra Civil), una historia que 
enfrentaba a los Vengadores entre sí debido a las disidencias que estos tenían sobre revelar sus identidades secretas o no al gobierno de los Estados Unidos que los obligaba a hacer mediante la famosa Acta De Registro De Superhéroes.
Diez años más tarde, llega la adaptación fílmica de dicha historia, en la tercera entrega de Capitán América (Capitán América: Civil War) dirigida nuevamente por los hermanos Joe y Anthony Russo, y allí encontramos a Steve Rogers como el líder del recién formado equipo de Los Vengadores, en sus continuos esfuerzos para proteger a la humanidad.
Sin embargo, cuando un incidente que involucra al equipo provoca considerables daños colaterales, la presión política aumenta para instalar un sistema de responsabilidad, encabezado por un órgano de gobierno que supervise y dirija al equipo.
El nuevo status quo fractura a Los Vengadores 
en dos facciones: una, liderada por Rogers y su deseo de que Los Vengadores permanezcan libres de interferencia del gobierno para defender a la humanidad; y la otra, surgida a partir de la sorpresiva decisión de Tony Stark (Iron Man) de apoyar la supervisión y rendición de cuentas al gobierno.
Los fanáticos de estos superhéroes deberán entonces escoger un bando en uno de los filmes más esperados del 2016, que llegará a la Argentina en el mes de mayo y que cuenta con el protagónico de Chris Evans como el Capitán y Robert Downey Jr. como Tony Stark; además de todo el reparto de la última película de los Los Vengadores y la aparición especial de Spider-Man (Tom Holland), Black Panther (Chadwick Boseman) y Ant-Man (Paul Rudd).
@hernankhat
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