Hablemos de Byrne

Byrne siempre fue un fan declarado de Star Trek y lo pudo demostrar ya en este siglo, con trabajos como Assignment: Earth, para IDW.

Star Trek: Assignment Earth

28/02/2017

| Por Fede Velasco

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ST_AE_TPB_CVR_cbafNuevamente esta columna cambia de interlocutor y me pareció apropiado, así como en su momento Pancho pasó de Marvel a DC al tomar la posta, rumbear para otro lado en la carrera del Gran John. Así que se me ocurrió ir para uno más reciente y vinculado a una de las grandes pasiones de Byrne, como es el universo de Star Trek. Pero no desesperen, ya vamos a volver sobre la cantidad de trabajos que quedaron pendientes tanto en Marvel como en DC.

Y la mejor manera de arrancar es por el principio o… más o menos. Como decía antes, Byrne siempre fue un fan declarado de Star Trek pero a pesar de eso, salvando un par de ilustraciones para los Who´s Who trekkers de DC, jamás había colaborado con la franquicia hasta hace algunos años atrás, cuando IDW le dio la posibilidad de realizar un especial dedicado a los Romulanos, del que ya hablaremos en detenimiento cuando dediquemos este espacio al resto del material que produjo el maestro sobre estos enemigos de la Federación. Y después de eso, agarró viaje con esta miniserie que hoy nos compete.

 

a4f47dd4d68c1d5db5e3ae2d03a28bf7._SX1280_QL80_TTD_La historia de Gary Seven y Roberta Lincoln empieza hace mucho tiempo, para ser más específicos mientras la serie original (si de acá en adelante la llamo TOS nadie se ofende, no?) estaba al aire y corría riesgo permanente de ser cancelada. A Gene Roddenberry se le ocurrió la idea de una serie de ciencia ficción pero que estuviera ambientada en el presente (es decir 1960 y pico) y con una onda mucha más cercana al género de los espias, pero las ideas y vueltas del proyecto, más varias reescrituras de guión, terminaron haciendo que el último capítulo de la segunda temporada de TOS funcionara como una suerte de piloto encubierto que lanzaría a Assigment Earth como spin-offf, sobre todo con la fuerte posibilidad de que no hubiera una tercera temporada de Trek.

El capítulo en cuestión sirve para presentar a Gary Seven, un agente secreto que fue entrenado por una raza extraterrestre desconocida (incluso en el siglo 23) ultra-avanzada, que se dedica a sacar a gente altamente capacitada de su planeta, entrenarlos y después devolverlos para que ayuden al mismo a salir adelante en momentos históricos jodidos. Así es como Gary es interceptado por el Enterprise en su camino a la tierra, donde viene a tomar la posta en una misión ya que no hay noticias de los agentes asignados a la misma. No vale la pena contar mucho más, el capítulo está ahí para cualquiera que quiera verlo. Lo importante es que -al final- sí hubo una tercera temporada de TOS y la idea de esta serie quedó trunca, hasta que 40 años después llegó Byrne con su magia.

AE.002.018_colLa miniserie escrita y dibujada por el ídolo máximo en 2008, arranca recontando el final del capítulo de Star Trek, con Kirk y Spock dejando a Gary y Roberta, para centrar la acción tres meses después del encuentro, que es donde técnicamente hubiera empezado la serie de haberse producido. El dibujo es medio pelo, hace rato que Byrne se tira a chanta y yo cada día me convenzo más de que dibuja directo en tinta para ganar tiempo. Por eso su dibujo perdió mucha de la magia con la que nos supo conquistar, pero así y todo, manteniendo su estilo y a media máquina, los personajes son recontra-reconocibles. En materia guionística el espíritu de lo que podría ser la serie está intacto: si bien hay cosas que veo difícil que pudieran pasar en una serie de mediados de los ´60, el Barba capta muy bien el espíritu y lo respeta todo lo posible. Así es como en el primer episodio deben descubrir a un espia ruso infiltrado en un grupo de científicos que trabaja en una super bomba atómica, que tiene por objetivo sabotear las pruebas para volar a la mierda y contaminar de radiación medio continente. Acá ya tiran alguna punta de que, si bien la tecnología que usan los rusos es contemporánea, hay algo raro en los conocimientos científicos que poseen, como que alguien les está habilitando data muy por encima de su nivel tecnológico.

tos-assignmentearth-byrne8Para el segundo capitulo Byrne usa conceptos de uno de los capítulos de la serie que estaban escritos y es una historia que transcurre en paralelo al capítulo “Tomorrow is Yesterday”, cronológicamente anterior al encuentro de Gary con Kirk & Cia. Así que toda la acción transcurre tras bambalinas, sin que los protagonistas se crucen con la tripulación del Enterprise ya que la acción transcurre en 1969, con lo que descubrimos algo que la miniserie va a mantener: cada episodio pasa con más o menos un año de diferencia. Así es como el tercero trata sobre el ejército americano tratando de llevar un ejército de clones a Vietnam, con un epilogo en 2008 que es un verdadero bajón, pero le sirve a Byrne para bajar un poco de línea.

En el cuarto finalmente descubrimos de dónde proviene la tecnología que estaba afectando el presente y conocemos a la raza responsable del entrenamiento de Gary Seven. Acá no hay ninguna mención a que sean ideas de Rodenberry o alguien de su equipo, por lo que supongo que si bien estaba plantado que trabajaban para extraterrestres, todas las ideas de este capítulo salen de la cabeza de Byrne.

tos-assignmentearth-byrne2El último capitulo es sin dudas el mejor y se trata de una conspiración entre chinos y rusos para reemplazar a Nixon por un doble en su primer visita a Beijing como presidente. De nuevo el ídolo máximo aprovecha para bajar línea, mofarse de Nixon y meter una vuelta de tuerca al final que en aquella época hubiera sido imposible.

En conclusión, sin dudas es un título menor dentro de la carrera de Byrne, que si bien lleva el logo de Star Trek en el titulo, tiene muy poco (o nada) que ver con la franquicia. Pero, al tratarse de sólo 5 números, son lo suficientemente entretenidos como para rescatarnos de alguna tarde medio al pedo.

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