Seguimos en España, ahora en los años ´50, donde brotan como hongos los clones mínimamente camuflados de El Zorro.

Cowboys Enmascarados (parte 25)

23/10/2024

| Por Roberto Barreiro

1 comentarios

Entramos en la década de 1950 y los cowboys enmascarados en España gozan de buena salud en los cuadernillos de aventuras. No por nada uno de ellos va a engalanar los comienzos de una de las editoriales más emblemáticas de esos años en la historieta hispana: Editorial MAGA.

MAGA es el comienzo de la aventura editorial de la familia Gago, y especialmente de su dibujante más famoso, Manuel Gago, quien era el responsable de una de las series icónicas de la España de esos años, El Guerrero del Antifaz. Aprovechando el tirón popular, él y sus hermanos –también dibujantes- deciden armar una empresa familiar para sacar por su cuenta cuadernos de aventuras (todo esto sin abandonar la creación de El Guerrero…). Tras un primer intento fallido, en 1951 crean la editorial MAGA (por MAnuel GAgo, todo sea dicho). Y la primera serie que hará para su empresa será El Pistolero Justiciero.

Atenti con el comienzo de la serie que tiene su complicación: Logan y Jimmy Baker son padre e hijo, aparentemente honrados. Pero en realidad son los líderes de una banda de pistoleros que asolan la zona. Pero Jimmy no quiere saber de nada y quiere enderezarse, pese a que su padre quiere seguir con sus villanías. Todo esto se complica cuando, en un arranque de furia, Logan mata a su esposa, la que Jimmy creía su madre… pero que no lo era, porque en realidad es hijo de un antiguo enamorado de ella, al que mató… su hermano en un arranque de celos, porque la buena señora lo abandonó años antes de que el asesino fuera… el sheriff de la zona donde asolan los caminos padre e hijo.

¿Les quedó claro? Por supuesto, el asesinato de la madre que al final no lo era hace que Jimmy Baker se ponga del lado de los buenos y trate de detener a su padre como El Pistolero Justiciero. Eso sí, en las historias (guionizadas por Manuel Quezada) el personaje no siempre usa la máscara. A veces el que la usa es su padre, como líder de los bandoleros. Pero cuando logra eliminarlo, Jimmy la usa, aunque luego la deja. Sí, sí, un telenovelón de aquellos que solo va a durar doce números (que tienen la peculiaridad de no estar hechos en formato apaisado como la mayoría de los que se hacían en esos años), probablemente porque tiene más idas y vueltas que partidos en los que Patricia Bullrich militó.

 

En 1953, la editorial Ricart va a generar una nueva versión de El Zorro con Capa Negra. La principal diferencia está en la ambientación: Capa Negra vive sus aventuras en la España de la Guerra de la Independencia contra la ocupación napoleónica y nuestro protagonista trabaja enmascarado a favor de los patriotas españoles contra el invasor francés. Su alter ego, Don Diego de Miranda, es tan cobarde como el más conocido Don Diego de la Vega, para despistar, por supuesto. El guion de Salvador Dulcet es bastante bueno, pero lo que hay que rescatar son los dibujos de Ángel Badía Camps, un tipo que con el tiempo va a especializarse en historietas para chicas, primero en España y luego en el Reino Unido, vía la agencia Selecciones Ilustradas de Josep Toutain. Ya aquí se nota que el tipo tiene un manejo muy fluido de la figura humana. Capa Negra duraría solo 17 episodios.

En 1954, Maga volverá a la carga con otro clon de El Zorro, El Renegado (que al cuarto número se convertirá en Sebastián Vargas, el Renegado, aparentemente por problemas con la censura). Lo interesante del caso es que aquí tenemos a dos personas que asumen de manera alternativa la identidad de El Renegado (el enmascarado justiciero de la serie). Por un lado, Sebastián Vargas, agente gubernamental encubierto que quiere descubrir los abusos del gobernador, y por otro Ricardo Carvajal, al que el gobernador le mató al hermano y quiere justa venganza. Ambos van a empezar juntos por el objetivo común pero terminan por crear lazos de amistad que le dan un extra a la historia, escrita por Pedro Quezada y dibujada muy bien por un pibe que va a dar que hablar en el futuro: José Ortiz, décadas antes de sus trabajos más conocidos como Morgan, Hombre y Burton & Cyb. Y que muestra que sabe dibujar muy bien ya en estos años. La serie va a durar 21 números.

Ahora, en vez de tener un clon de El Zorro, ¿por qué no usar el nombre original y listo? Eso es lo que deben haber pensado en la editorial Ferma cuando en 1956 sacaron la serie El Zorro. Que por cierto, no calca del personaje original todo, sino que además entresaca de El Coyote. Porque este Zorro se llama Don César (como el Coyote), se enfrenta a los yankis que han ocupado California (como El Coyote), pero pelea con espada y látigo (como el Zorro) y tiene un traje similar al del personaje de Johnston McCulley (o al menos a la versión cinematográfica de Douglas Fairbanks y Tyrone Power). Escrito por Joan Llarch y dibujado –de forma poco espectacular- por Juan Rafart, este Zorro no oficial (y diría que ni siquiera legalmente licenciado) se publicó durante 25 números y un álbum extraordinario hasta 1957. Aparentemente habría una versión anterior hecha por la pequeña editorial Alas en 1954, pero no tengo suficiente material para confirmarlo.

MAGA siguió insistiendo con el filón del enmascarado al estilo Zorro con El Gavilán, que arrancó en 1959, con un comienzo fabuloso: el protagonista es jefe de una banda de rebeldes que le hace la vida imposible a las autoridades de Laredo, donde llevan adelante una guerra de guerrillas para ver cómo logran reconquistar California. Pero las fuerzas de gobierno logran emboscarlo, atraparlo, desenmascararlo como Manuel Rómulo y fusilarlo. El problema es que El Gavilán SIGUE APARECIENDO. ¿Quién está detrás del antifaz?

La historia que sigue –durante 25 números- juega con esa gran baza. Y se vuelve un culebrón intenso, lleno de idas y venidas, tan rocambolesco como el de El jinete Fantasma, lo que no es casualidad porque el guionista detrás de ambas series es Federico Amorós. En la gráfica tenemos a Antonio Guerrero, otro tipo con un dibujo solidísimo que le agrega un plus al relato.

Como vemos, el cowboy enmascarado seguía firme como subgénero en la Madre Patria. Continuamos con ellos la próxima entrega…​

Compartir:

Etiquetas:

Dejanos tus comentarios:

Un comentario