4 bis. MÁS MANTLO
¿Hay más? Sí, dijimos que el guionista se va en el nº66, así que nos queda más de un año. Un año que tiene como principal atractivo que casi todos los números los dibuja una joven promesa, un tal Jim Lee. Ojo, lo masacran los entintadores. Pobre Chino, no le dan tregua. Pero algo logra mostrar.
Los guiones de este tramo final son desastrosos. Mantlo reduce al equipo a Vindicator (Heather), Box (Jeffries) y Sasquatch (la fusión entre Snowbird y el Sasquatch original) y en casi todas las aventuras se suman los adolescentes de la Beta Flight (Purple Girl, Goblin, Manikin y Laura Dean). Antes de irse, Mantlo trae de vuelta a Puck (que no se queda en el equipo) y deshace su gran movida del nº29: Heather y sus compañeros renuncian al status especial que les había concedido el gobierno canadiense y dejan de depender del mismo. La idea de los héroes era financiarse con la fortuna de Walter Langkowski, pero el cuerpo del científico ya no existe, y el alma del mismo habita el cuerpo que alguna vez fuera de Snowbird (o sea, de mujer), con lo cual nadie el cree que él es el dueño de la tarasca. Así es como en el nº62 (Sep.88, último dibujado por Jim Lee), Alpha Flight se vuelve a desbandar. Y la idea del guionista era esa: contar historias de un grupo que se disolvió.
Esta extraña consigna le dura apenas cuatro números y en el 66 se despide de modo intempestivo, mientras cocina a fuego lento una nueva saga contra Dreamqueen, una villana de su propia creación (sí, otra vez las amenazas van para el lado místico). La salida de Bill Mantlo de la editorial donde generó tantos hitazos no se produjo en términos muy amistosos que digamos y no fueron pocos los fans que abandonaron a Alpha Flight en solidaridad con el guionista.
Seis meses antes de que se fuera Mantlo, Marvel convirtió a Alpha Flight en una revista que se vende solo en comiquerías, lo cual hace más difícil que se incorporen nuevos lectores. Y está bien que la revista pase a ser una publicación «de nicho», porque en los nichos se guardan los cadáveres y Alpha Flight va a ser, durante muchos años, un título muerto en vida, que no se entiende cómo corno se seguía publicando todos los meses.
5. LA ERA HUDNALL
A partir del nº67 (Feb.89) y hasta el nº86, el guionista de Alpha Flight va a ser James D. Hudnall, un californiano fallecido en 2019, a los 62 años, que ya había escrito un número de relleno. Lo van a acompañar básicamente dos dibujantes: Hugh Haynes y John Calimee, ninguno demasiado virtuoso y ambos habitualmente estropeados por entintadores de la más baja calaña. Si la llegada (y la evolución) de Jim Lee había sido un paso adelante (ponele), sus reemplazantes van a ser un claro paso atrás.
Pero eso no sería tan grave si los guiones de Hudnall tuvieran algún atractivo. Lamentablemente, no lo tienen. El guionista tiene que hacerse cargo de un grupo disuelto, y tratar de ponerlo de nuevo en carrera, pero jamás lo consigue. Rápidamente arma una saga de cuatro episodios para tratar de resolver todo el plot de Dreamqueen que Mantlo había dejado colgado, en la que narra el origen de la villana, Elizabeth Twoyoungmen vuelve a ser Talisman y su padre Shaman, Walter Langkowski recupera su forma humana (y de varón) y controla su transformación en un Sasquatch que vuelve a ser naranja, siempre con Purple Girl y los otros chicos dando vueltas por ahí. El siguiente enemigo a vencer es Llan the Sorcerer, pero acá el grupo ya vuelve a unirse oficialmente. Incluso se les une Diamond Lil, una villana creada por John Byrne en uno de los primeros números, que se reformó. La trama se resuelve en una tierra paralela gobernada por versiones despóticas de los superhéroes de Marvel y llega (lógicamente) hasta el nº75, que también es doble y termina con el regreso de Puck, que ya no es enano, sino alto.
Con Llan the Sorcerer como titiritero encubierto, y -en palabras de Hudnall- «un tono más oscuro, con más elementos místicos», Alpha Flight enfrenta a villanos muy conocidos como Kingpin, Scorpion y Nekra, en historias realmente soporíferas. Hasta que en el nº81 (Feb.1990), Hudnall pega otro sacudón: vuelve Aurora (que ahora es monja) y se suman oficialmente al grupo tres de los chicos: Persuasion (ex-Purple Girl), Goblin y Laura Dean. Estos cuatro personajes se van a Asgard… a buscar a Northstar. Sí, 30 números después, se acordaron de Aurora y Northstar. Y claro, el guionista actual descarta la teoría del guionista anterior acerca del origen élfico de los mellizos, y ya que está confirma la otra: la que afirmaba que Jeanne-Marie y Jean-Paul son mutantes. El combate final con Llan the Sorcerer ocupará los últimos tres números de Hudnall, ahora con una formación muy parecida a la original: Vindicator, Shaman, Talisman, Northstar, Aurora, Sasquatch, Box y Diamond Lil. Y los pibes, que siguen por ahí, haciendo bulto, en vez de irse a los New Mutants, a los New Warriors, o a sus casas. También se suman los miembros de Gamma Flight, para embarrar un toque la cancha y darle más épica a la batalla final. Y ahora sí, en el nº86 el guionista da por culminada su etapa y nos deja al equipo de nuevo a pleno… aunque al frente de una revista que ya tenía menos fans que la leucemia.
¿A quién llamamos para levantar las ventas? Sí, a Wolverine.
(el lunes, la quinta entrega)